Reseña: Cobra Kai 2 — Johnny Lawrence no es el héroe que queremos, es el que necesitamos
Lo que inició como una teoría de Barney Stinson en la serie How I Met Your Mother, se convirtió en una realidad. Nos referimos a la historia sobre como Daniel LaRusso era el verdadero villano de Karate Kid y Johnny Lawrence perdió algo más que una novia y un torneo al final de la película ochentera.
YouTube convirtió está premisa en una serie exitosa (si acaso la única realmente exitosa de su contenido de Originals) y, aunque uso el gancho maldito de la nostalgia para atraer a los espectadores, lo cierto es que la serie merece ser ovacionada por su historia fresca y su crítica hacia esa nostalgia y la gente que no quiere seguir adelante con su vida y deciden quedarse atorados en un periodo de su vida.
La primera temporada se enfocó en los traumas de Johnny Lawrence y cómo es que afectaron su vida, llevándolo al punto de hacer resurgir Cobra Kai, mientras que Daniel LaRusso había prosperado como vendedor de autos y tenía una vida estable. YouTube Originals lanzó la segunda temporada y para sorpresa de muchos, la historia avanza hacia sitios que no pensábamos que fuera a tocar.
A continuación vamos a hablar de la segunda temporada de Cobra Kai, así que, si no la han visto por favor háganlo antes de seguir leyendo, porque esta reseña y opinión contiene spoilers.
El camino del puño

(YouTube)
Cobra Kai cuenta la historia de lo ocurrido a Johnny Lawrence (William Zabka) 34 años después de haber perdido el Torneo de Karate de All-Valley frente a Daniel LaRusso. Lawrence es incapaz de mantener estable su vida y está al borde del alcoholismo y la vagancia. Mientras que LaRusso ha logrado la estabilidad familiar y financiera, pero vive añorando a su maestro Sr. Miyagi.
Inspirado por su vecino adolescente Miguel Díaz (Xolo Maridueña), reabre el dojo Cobra Kai, la escuela de la que fue el estudiante más avanzado. La noticia corre entre los adolescentes rechazados y bulleados de la ciudad. Les enseña el karate que él aprendió: Golpea primero, golpea fuerte y sin piedad.
Esto enloquece a Daniel, que ve en la reapertura de Cobra Kai su peor pesadilla vuelta realidad, por lo que busca un estudiante al cual entrenar y abrir su propio dojo. Así recluta al hijo abandonado de Johnny, Robby.
Al igual que en Karate Kid, ambos dojos se enfrentan en el torneo de All-Valley, otorgándole la victoria a Cobra Kai con un golpe ilegal de Miguel, lo que hace re pensar a Johnny sobre la clase de karate que quiere enseñar. Está dispuesto a cambiar, cuando su antiguo sensei, Martin Kreese, regresa de entre los muertos para recuperar lo que él considera que es suyo.
Dont Look, play cool

(YouTube)
Cada temporada de Cobra Kai es una metáfora de su similar en Karate Kid. Esta sería Karate Kid II, que es una película sobre el aprendizaje y la conciliación. Son los mismos tópicos que trata esta temporada.
Esta segunda temporada inicia con Johnny Lawrence (William Zabka) cambiando radicalmente las reglas de Cobra Kai. Está bien tener misericordia del oponente, lo cual resultó decepcionante para varios de sus estudiantes. Sobre todo porque piensan que esto se debe a que el perdedor fue su hijo. Las cosas se complican con el regreso de John Kreese (Martin Kove), quien siembra la semilla del odio entre los estudiantes para hacerlos verdaderos miembros de Cobra Kai.
No podemos negar la importancia que tuvo Karate Kid en una generación de entusiastas que corrieron a inscribirse al curso de artes marciales más cercanos a su casa. Más de treinta años después, y con la saturación de contenidos que tenemos, esta historia no se va a repetir, pero la serie inspirada en las enseñanzas del Señor Miyagi al quejumbroso Daniel LaRusso, hicieron que todo el mundo fuera corriendo a contratar YouTube Prime para ver la primera temporada y enamorarse nuevamente de la saga. Los adultos se re-identificaron de Daniel y Johnny, los jóvenes del drama adolescente que se desarrolla de fondo.
En esta nueva temporada la historia va por el mismo camino, pero con algunos nuevos matices. El más importante, a mi parecer, es que contemplamos el crecimiento de Johnny. Él es el que ocupa el papel que dejó el difunto Miyagi como maestro, hombre que busca encausar a sus alumnos por el camino correcto aunque con métodos diferentes al del japonés.
Lawrence es un personaje que busca salir de su frustración, dejar de culpar al pasado y adaptarse (sin mucho éxito) al presente. Intenta buscar pareja en Tinder, comprar un smartphone y una computadora sin entender cómo funciona nada de esto; quiere dejar del lado el sexismo de las clases de karate (solo para chicos) pero no entiende de género. Es un personaje rudo, pero noble. Producto de su educación que quiere desaprender para iniciar de nuevo.
En cambio, Daniel esta tan preocupado por ser como Miyagi, que pierde su centro y se ocasiona problemas que no tiene. El odio que tiene por Cobra Kai lo hace abandonar el trabajo para entrenar a sus alumnos de tiempo completo, crea rencillas con sus contrincantes y comienza a tener problemas con su esposa. Daniel es dueño y mascota de su propia compañía, la sombra de su victoria lo persigue (aunque de forma diferente a la de Johnny).
Karate Kids

(YouTube)
Gran parte de la trama se sostiene en los estudiantes de ambos dojos y el triángulo amoroso entre Miguel, Samantha LaRusso (Mary Mouser), Robby y la nueva estudiante de Cobra Kai, Tory (Peyton List), entrelazándose con varias sub tramas de violencia adolescente con acosadores inseguros, resentidos sociales, geeks y debiluchos que quieren sobresalir a través del karate.
La cúspide de este drama, a mi parecer, no es ningún descendiente de los peleadores originales, sino Hawk (Jacob Bertrand), el alumno con labio leporino que mojaba la cama y era golpeado en la escuela que cambia radicalmente bajo la tutela de Johnny y que se convierte en un joven hiperviolento y sin rumbo con las lecciones de Kreese. Hawk, es el motor que mueve la serie con sus acciones.
Ok, aquí viene un spoiler mayúsculo, así que si no has visto la serie por favor dejen de leer ahora.
Hay dos caminos para terminar con la rivalidad de Johnny y Daniel: La muerte o la amistad. El destino los une en una cita doble y lo pasan muy bien. Recorren el camino del alma y el camino del puño, ambos son difíciles pero no tiene porque estar peleados. Los personajes crecen porque buscan avanzar a la siguiente etapa de su vida resolviendo el conflicto sin violencia, no porque sean adultos. Descubren que tienen tanto en común que es ridículo seguir por el camino de venganza. Desgraciadamente es muy tarde para sus estudiantes.
Las peleas están bien montadas, pero no es perfecta. Podrá molestar a los quisquillosos del performance, pero la verdad es que a mí me gusta eso. Los errores le daban un realismo cutre. Ninguna pelea es perfecta, aunque tampoco duran tanto como en Cobra Kai.
La violencia adolescente es la enredadera por la que va subiendo la trama, hasta el momento culminante, que sobra decir que es cardíaco.
Lo bueno
- Los personajes son coloridos y bien estructurados, con intenciones honestas.
- La historia en su conjunto es sólida.
- Johnny y Daniel son entrañables.
- Los homenajes que rinden a los personajes originales de la serie.
- La aparición del equipo Cobra Kai original.
- Cada temporada está inspirada en una película de Karate Kid, así que prepárense para ver al Daniel enloquecido en la tercera temporada.
- Martin Kreese llevó su villanía a un nivel diferente.
Lo malo
- La narrativa es lenta y la historia tarda varios capítulos en engancharnos.
- Se queda corta en comparación a la primera temporada
- La historia ya no da para más. Necesita terminar en la temporada tres.
- Daniel y sus apropiaciones culturales.
- El Señor Miyagi está muerto.
- Aun no sale Elisabeth Shue
Veredicto

(YouTube Originals)
Definitivamente esta temporada avanza más lenta que la anterior, pero la segunda mitad es rápida, violenta y ataca sin misericordia. Los dos maestros deben afrontar las consecuencias de sus enseñanzas y hay momentos memorables.
Aunque no tiene la “frescura” de la primera temporada, la serie se salva por su poderosa narrativa y los personajes entrañables y sus desarrollos. Está muy bien escrita y tiene las dosis de violencia necesarias para que te intereses por ella.
Aunque uno de los momentos más memorables es cuando los verdaderos Cobra Kai se reúnen, la historia no se trata de revivir las viejas glorias, sino de seguir adelante sin importar el pasado o lo negro que se vea el futuro. Cobra Kai es un drama, no se dejen engañar.

Título: Cobra Kai II.
Duración: 10 episodios.
Creador: Jon Hurwitz
Productores: Bob Wilson, Joe Piarulli, Katrin L. Goodson y Cindy Kerber
Plataforma: Netflix.
País: Estados Unidos.
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