Reseña – Shazam! Fury of the Gods, el penúltimo clavo en el ataud del DCEU
Finalmente, ha llegado a cines Shazam! Fury of the Gods, la segunda película protagonizada por el inocente William “Billy” Batson. Lo cierto es que, debido en gran parte a la experiencia que resultó ser la primera película del personaje, tuve las expectativas altas, y lamentablemente salí de la sala con un amargor en la boca que me sigue incomodando en estos momentos. ¿Por qué? A continuación voy a explicarlo.
Imagen: Warner Bros.
Una segunda parte que perdió la magia
Ya habíamos hablado en la reseña de Black Adam de cómo en las últimas producciones del DCEU que siguen la estela del snyderverse notamos un cansancio en la fórmula superheroica, cumpliendo ciertos requisitos para ofrecer al espectador una cinta que, aunque en apariencia luzca molona, en el fondo se trata de un trabajo sin mucho espíritu. El mismo malestar lo sufre Shazam! Fury of the Gods.
Claramente, esta es una mejor película que la protagonizada por Dwayne Johnson, comenzando porque no se trata de una obra que se toma muy en serio a sí misma, lo que la diferencia de la solemnidad de Black Adam. Pero lejos está de brindarnos la misma magia que compuso a la primera peli de Shazam.
Imagen: Warner Bros.
Sí: es una obra luminosa y optimista, y tengo que aceptar que hay gags bastante buenos, pero ni los mejores chistes logran levantar un guion flojo y una química general entre los personajes que se siente acartonada. Yo era de los que más esperaba ver en pantalla a la Familia Marvel, pero salvo por ciertas excepciones (Adam Brody y Meagan Good), los personajes en general fueron desaprovechados.
Caso particular es el de Hespera, la antagonista de la película, que aun siendo interpretada por la magnífica Helen Mirren, no se siente en lo absoluto como una verdadera amenaza. Tal y como pasó también con el villano de Black Adam.
Hablemos de música, acrobacias y efectos especiales
Creo que este será el apartado en el que la mayoría de los críticos coincidiremos: a diferencia de Marvel, el CGI en Shazam! Fury of the Gods ha sido muy bien trabajado y en la gran pantalla luce espectacular. En mi opinión, esto se debe a que a diferencia de Marvel Studios (te estamos viendo a ti, Ant-Man 3), no hay producciones del DCEU cada tres meses, permitiéndoles una mayor extensión de tiempo a los trabajadores de efectos especiales.
Imagen: Warner Bros.
Ya sea levantando un coche de varias toneladas, volando sobre la ciudad tan rápido como Superman, o peleando épicamente contra la malvada hija de Atlas, la familia Marvel luce espectacular en cada fotograma, y aunque pueden notarse en algunas ocasiones las pantallas verdes, las peleas están tan bien coreografiadas que cualquier amante de la acción pasa a segundo plano las costuras.
Finalmente, en el apartado musical, tenemos que señalar la ausencia de Benjamin Wallfisch, quien en esta ocasión fue sustituido por Christophe Beck, el cual hace un trabajo más que eficiente, dotando de tensión a las escenas más importantes y relegando a un ritmo más casual a las escenas de transición o de comedia.
Imagen: Warner Bros.
Lo bueno
- La mayoría de los chistes.
- La música de Christophe Beck.
- La incorporación de la Familia Marvel.
- Los efectos especiales.
Lo malo
- Algunas bromas, que se vuelven irritables.
- Asher Angel ya no es un pequeño encantador.
- Hespera es totalmente desaprovechada.
Veredicto
Shazam! Fury of the Gods es una digna secuela que no alcanza a reproducir la magia de la cinta original. Es entretenida, sí, pero también es completamente olvidable. Y esto es bastante frustrante, porque la primera película de Shazam fue genial, erigiéndose por encima de muchas otras obras del género. Considerando que este era un barco hundiéndose desde mucho antes de su estreno, el malestar se hace menor, pero no deja de ser decepcionante ver al personaje despidiéndose, por un tiempo que no alcanzamos a calcular, de una manera tan mediocre.