Reseña: Saints Row The Third Remastered – El remaster que no sabías que necesitabas
Saints Row es GTA pero en ácido. Saints Row The Third es como un parque de diversiones en el que no existe la ley, la lógica ni los límites. Dicen que con este tercer título la serie por fin se hizo un nombre luego de sus dos primeros juegos que le debían mucho a Grand Theft Auto. Saints Row: The Third Remastered es uno de esos casos cada vez más raros en los que la nueva versión remasterizada supera a la vieja tanto a nivel gráfico como ofreciendo una experiencia más consistente y disfrutable. Fuera de algunos problemas menores el juego vale la pena por su locura y sinsentido, incluso si es tu primera vez jugándolo.
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Saints Row The Third es como un parque de diversiones en el que causar destrozos será tu principal pasatiempo. Más o menos como cuando jugabas el San Andreas con tus amigos. Excepto que este juego es deliberadamente absurdo, colorido y tonto hasta el límite. Durante la misión introductoria asaltas un banco junto a tus homies miembros de los Saints Row, y en el camino una asustada pero entusiasta admiradora te pide un autógrafo durante el atraco. Después desaparece y continúas masacrando a los policías.

Un paseo bajo el atardecer de Steelport. (Volition / Deep Silver)
Este segmento introductorio intercala segmentos de gameplay con cinemáticas cortas que familiarizan con los otros personajes. Resulta que tu pandilla se ha vuelto tan famosa que ya tiene su propia marca de ropa, bebidas y otros productos. De hecho te enteras que una película de los Saints Row está en camino.
Durante el asalto al banco básicamente te enteras de todo lo que puede ofrecerte el juego hablando del gameplay: muchos balazos y explosiones, un sistema de armas decente y lo suficientemente estable y preciso, y unas gráficas bastante buenas que dan qué mirar. A nivel gráfico Saints Row The Third Remastered es indudablemente una gran mejora a comparación del juego de 2011.
A esto contribuye el gran nivel de detalles que encontrarás repartidos en todo el mapa, los efectos de iluminación que provienen tanto de la luz del día como de los faros neón repartidos en los bares y hoteles de la ciudad, y sus texturas definidas y bien esculpidas. No se trata de un logro técnico para las consolas de la presente generación que ya se encuentra agonizando, pero definitivamente vale la pena dejarse absorber por este mundo absurdo, brillante hasta las náuseas y, en su mayor parte, divertido. El juego no está exento de glitches, pero durante mi partida no me encontré ninguno que me molestara verdaderamente, o que rompiera de plano el juego. Algunos hasta resultaron, eh, bastante entretenidos.

¿Qué otro juego te deja volar en una escoba? (Volition / Deep Silver)
Francamente fui incapaz de seguir el hilo principal de la historia porque estaba ocupado disparándole a todo lo que se moviera. No es como que te pierdas El irlandés o algo por el estilo, pero las pequeñas historias secundarias son mucho más llamativas porque hacen un gran trabajo sacándole jugo al viejo formato del shooter en tercera persona. La mayor parte del tiempo.
Durante las primeras cuatro o cinco misiones te das cuenta de qué hace tan único a este título. En una te encierran en un laberinto con las mascotas del Professor Genki que lucen sospechosamente como furros, y en el que tendrás que acabar con ellas; en otra grabas una película en la que tienes que salvar a la reina alienígena que convencerá a su raza de no exterminar a los humanos; en otra verás a un mutante Johnny Gat nacer de la magia alquímica de la Monster Energy, clips de papel y mucha, mucha vaselina. A lo largo de la campaña el juego sigue introduciendo estos elementos loquísimos que siempre me hicieron pensar en el ingenio que le echaron los desarrolladores. Estos momentos me mantuvieron jugando y esperando para ver qué era lo siguiente, ya que en medio hay algunas misiones de relleno que sencillamente son tediosas y guardan muy poco interés. Algunas de ellas simplemente te hacen ir de un punto A a un punto B, o ir a comprar un edificio para expandir tu territorio, o quizá masacrar a unos enemigos que trataban de hacer de las suyas en tu barrio. La campaña continúa siendo interesante no tanto porque introduzca nuevos elementos de juego como porque logra crear escenarios absurdos y divertidos.

(Volition / Deep Silver)
Como sea no hablaré de estas con más detalle porque arruinaría la sorpresa si no lo has jugado.
Saint Row The Third es un juego que no se toma demasiado en serio y que gracias a eso se puede perdonar algunas fallas, la mayoría de ellas menores. Al principio sorprende lo bien construidas que están las mecánicas de las armas y la precisión que permiten al disparar, aunque después de un rato el juego parece echar todo eso al bote de la basura pidiéndole al jugador que acabe con hordas enteras de enemigos que siguen apareciendo sin que importe mucho a dónde se apunte. Es una forma fácil de resolver algunas misiones o de generar una falsa sensación de dificultad que hace el pulido sistema de armas menos disfrutable. Fuera de eso la fórmula de destrozar todo sin pensar demasiado no es nada aburrida, aunque por momentos se torna repetitiva aún con la variedad de escenarios y estilos que el juego intenta construir.
Algunos podrían encontrar este estilo de juego poco interesante, pues Saints Row The Third carece de una capa más estratégica que ofrecerían otros shooters y que añadirían más variedad al juego. Personalmente no me molestó y lo encontré divertido.
Lo único que encontré verdaderamente molesto con las armas fue la inconsistencia que existe en el inventario. Es un desastre tratar de encontrar un arma porque no pulsas únicamente el D-pad para cambiar, sino que tienes que presionar una combinación de botones para que un arma de tu arsenal se ponga en tus manos, lo que es verdaderamente molesto y tardado si estás en medio de un tiroteo.

(Volition / Deep Silver)
Al juego tampoco le importa demasiado buggearse en momentos inesperados y lo peor es que no le tomaremos demasiada importancia entre tantas luces y tanto brillo.
La remasterización hizo un gran trabajo en darle un nuevo traje a prácticamente todo el juego. El apartado gráfico es impecable en casi todos los aspectos. Aunque en consolas está limitado a 30 fps, los efectos de iluminación, las texturas, los personajes y los colores lucen muchos más detalles y “se ven mejor” en términos generales. Algunos análisis detallados han descubierto que algunas texturas no cambian demasiado entre las dos versiones, o que algunas incluso lucen mejor en el título de 2011, pero creo que es justo decir que el remaster es la mejor versión para experimentar el juego si no lo has jugado antes. Sin embargo también es una versión que vale la pena probar aún cuando conozcas la original.
Lo bueno
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- Las armas se sienten bien y es divertido dispararle a todo lo que se mueva
- Los escenarios son originales y coloridos
- Las misiones tienen mucha personalidad
- Un amplio rango de opciones de personalización para tu personaje
- Actuaciones bastante decentes
- El apartado gráfico tiene mejoras notables a la versión original
- Es la mejor forma de experimentar el juego
Lo malo
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- A veces las misiones se sienten repetitivas
- Falsa dificultad causada por hordas de enemigos
- Misiones tediosas de relleno
- La inteligencia artificial… no siempre es tan inteligente
- Glitches más divertidos que molestos, pero glitches a fin de cuentas
- No hay una opción para cambiar el idioma de los menús, si eso es algo que te moleste
Veredicto
Saints Row The Third Remastered es una mejora considerable sobre el juego original, notablemente en el apartado gráfico. Sus escenarios originales y su salvaje personalidad es algo que atraerá a más de uno, a pesar de que se vea limitado por detalles como algunas fallas técnicas o un combate un poco simplista. Aún así creemos que esta es la opción si es tu primera vez jugando el título, y una gran introducción a la franquicia para los nuevos jugadores.