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Reseña: The Good Liar — el misterio necesita indicios

| 18 de diciembre de 2019
El Buen Mentiroso habla de alguien que es capaz de engañar, pero la película no sabe cómo mentir al espectador

Cuando veía la película recordé que, a pesar de lo que muchos creen, todas las películas son de suspenso. La magia consiste en dejar pequeñas claves o indicios a lo largo de la trama que nos lleven a un final que por una parte sea lógico y por otra nos conmueva o sorprenda un poco. Y es algo que El Buen Mentiroso -The Good Liar- no logra, a pesar del gran reparto con el que cuenta.

(Warner)

El Buen Mentiroso

Esto debería ser clave en una cinta en la que al final nos “revelan” la verdadera identidad del mentiroso. En primer plano nos encontramos con Roy Courtnay (Ian Mckellen) quien es un estafador profesional. A la par de una de sus estafas, conoce mediante un portal de citas a Betty McLeish (Helen Mirren), en apariencia una mujer mayor tranquila y deseosa de formar un vínculo emocional.

Roy se siente afortunado, pues piensa que ha encontrado en Betty algo cercano a una mina de oro. Por tanto, en compañía de sus secuaces, comienza a envolver a la mujer para quitarle su dinero. En primera instancia se tiene como obstáculo al nieto de esta mujer, Steven, quien logra desentrañar algunos pasajes de la verdadera identidad de Roy, sin embargo, su mayor enemigo termina siendo la propia Betty si es que ese es su nombre.

El embrollo en esta cinta no reside en la actuación de los personajes, pero tal vez sí en la escritura de los mismos. Estamos ante una película que nos muestra un aparente juego de mentiras del cual como espectadores tendríamos que escapar. No obstante, esas mentiras rara vez son visibles en ambos personajes. Aunque la ambigüedad es una virtud que acompaña a la mentira, el misterio necesita de ciertas certezas para jugar con nuestra mente; la cinta carece tanto de ambigüedad, como de mentiras y misterio.

Pensemos en el personaje de Roy, sabemos que hay pocas cosas ciertas que salen de su boca, pero no se va más allá en su historia hasta el momento en que Steven logra “descubrir” información sobre su pasado, momento hasta el que entendemos un poco más de su personaje, sin que ello lo haga más complejo o interesante.

Se trata de un pillo común, cuyo repentino enamoramiento o cercanía con la víctima le quitan toda gracia que hubiera adquirido al inicio del filme.

(Warner)

En cuanto a Betty, siempre se presenta como una mujer bondadosa y ansiosa de un vínculo emocional. A lo largo de la cinta representa un papel de víctima que no abandona incluso cuando la trama la muestra como una especie de vengadora. Su repentina maldad no le va porque en ningún momento nos hizo dudar sobre sus intenciones. Esto, lejos de sorprender, crea una sensación de desconcierto que es difícil de sortear.

Estas apariencias no engañan

Uno de los problemas fundamentales de la película es que en ningún momento se hace un juego de apariencias que nos hagan dudar quién nos engaña. Recordemos que un buen mentiroso es aquel que deja dudas, huecos, momentos en los que parecería que su treta va a caerse, pero es allí donde retoma más fuerza.

Las verdades de ambos personajes que se revelan tras los primeros 60 minutos parecen un mal truco de magia, pues no hay pistas que nos hagan dudar de la “maldad” de Roy o de la bondad de Betty. Ninguno sufre una transformación gradual que hubiera hecho más real y lógico el final de la película. De manera que, poco encajan las partes de la historia.

También se desaprovecha un gran recurso como lo son los espacios en los que se desenvuelve la trama. Se nos ubica en escenarios que a pesar de ser iluminados tienen bruma, lo cual, de la mano de personajes sólidos nos mostraría la ambigüedad en el aire, como si se tratara de una atmósfera engañosa, bien se dice que tanta luz ciega.

El elenco es una decisión afortunada que, en cierta medida, actuó en su contra. Al ver a actores como Helen Mirren e Ian Mckellen, el público esperaría una trama muy elaborada y minuciosa, cosa que no obtiene. No obstante, las actuaciones, al menos, de ambos intérpretes le dan un poco de agilidad a la cinta.

(Warner)

Lo bueno
  • Hay una serie de chistes intencionados que hacen llevadera la primera parte de la película
  • La construcción de los espacios de la primera parte es acertada
  • Las actuaciones de Helen e Ian
  • Es una película para dominguear
Lo malo
  • No tiene indicios o guiños que le den fuerza al final de la cinta
  • Los personajes no cambian de manera gradual a lo largo de la historia
  • Después de los primeros 60 minutos la cinta parece alargarse demasiado
  • Los “sentimientos encontrados “ de Roy no se justifican

(Warner)

Veredicto

The Good Liar tenía una buena idea: hacer pelear a un par de mentirosos, como en el  anime Death Note. Pero su esfuerzo por darle un trasfondo oscuro y violento, su necesidad de justificar la maldad, -que es más interesante por sí misma que por la venganza-, entorpecen todo. No obstante, es una buena película para dominguear o para verla tras estas fiestas decembrinas.

Por: Karen Robledo

Título: The Good Liar
Duración: 109 minutos
Director Bill Condon
Elenco: Helen Mirren, Ian Mckellen, Russell Tovey
País: Estados Unidos

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