The Batman está en plena filmación luego de haber sido retrasada porque a Robert Pattinson le dio COVID-19 y parece que la película podría sufrir más retrasos o incluso ser cancelada porque el actor es la piedra en el zapato en toda la producción, pone las cosas tensas en el set, no va a las juntas y de plano el director, Matt Reeves, lo odia.
De acuerdo a información obtenida por el sitio Bounding into comics, tanto Pattinson como Reeves se sienten inconformes uno con el otro y con el proyecto en general. Afirman que Pattinson ha mostrado una falta de compromiso increíble con el personaje y que le pidieron que durante la cuarentena entrenara para ganar cuerpo para el personaje y básicamente no lo hizo.
“Se dice que Reeves está al límite de su ingenio con el actor de Crepúsculo y “simplemente sigue adelante”. Frustrado especialmente, la gente notará que Batman se encoge milagrosamente entre tomas, el cineasta quiere terminar la película sólo para poder deshacerse del “albatros” alrededor de su cuello”, dice el informe.
Al parecer van a confiar en que el traje resuelva la falta de musculatura del actor, porque no tiene la menor intención de hacer ejercicio. Pero, el actor se queja constantemente de lo incomodo que es el traje, entonces no pueden hacer algo más para que se vea fornido.
La fuente dice que las cosas están en tal punto que “cualquier plan para una secuela o trilogía está siendo descartado”.
¿Será verdad o será mentira? Cualquiera que sea el caso los fans van a estar felices si Pattinson resulta matar el proyecto (porque dirán el clásico “se los dije”) o porque tendrán una película más que adorar.
