Noticias tristes para el mundo del entretenimiento. Stephen Hillenburg, el creador del increíble Bob Esponja, murió este lunes a la edad de 57 años víctima de la Esclerosis Lateral Amiotrófica (ELA), misma que le habían diagnosticado en marzo de 2017.
La ELA es una enfermedad neurodegenerativa que afecta las neuronas del cerebro que controlan las funciones motoras voluntarias, y de la que hasta ahora no existe una cura conocida. La esperanza de vida para los diagnosticados con la enfermedad es extremadamente corta, tal como pasó con Hillenburg.
Según Variety, Nickelodeon dio a conocer la noticia a través de un comunicado que dice:
“Estamos muy tristes por la noticia de que Steve Hillenburg ha fallecido luego de una batalla con ELA. Era un amigo muy querido y socio creativo desde hacía mucho tiempo para todos en Nickelodeon, y nuestros corazones están con toda su familia. Steve creó Bob Esponja con un sentido único del humor y la inocencia que ha traído alegría a generaciones de niños y familias en todo el mundo. Sus personajes completamente originales y el mundo de Fondo de Bikini serán un recordatorio del valor del optimismo, la amistad y el poder ilimitado de la imaginación”.
Stephen Hillenburg comenzó su carrera de animación en 1987, estudiando animación experimental en el Instituto de Artes de California y obtuvo su Maestría en Bellas Artes en 1992. Ese mismo año ganó un premio al Mejor Concepto Animado en el Festival Internacional de Animación de Ottawa por su corto animado Wormholes, que se presentó en varios festivales internacionales de animación. Su fama como animador independiente llamó la atención de Joe Murray, el creador de Rocko’s Modern Life (La Vida Moderna de Rocko), quien le ofreció un trabajo como animador y creativo dentro de la popular serie. Después de que Nickelodeon cancelara la serie, Hillenburg le presentó al canal una nueva propuesta, ni más ni menos que SpongeBob SquarePants (Bob Esponja), y el resto es historia.
Hillenburg también escribió, produjo y dirigió la película de Bob Esponja que se lanzó en 2004 y recaudó más de 140 millones de dólares en todo el mundo. Para la secuela de 2015, Stephen sólo fungió como escritor y productor ejecutivo de la película.
¡Descanse en Paz Stephen Hillenburg!
