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Estudio demuestra que orientación sexual de los padres no afecta negativamente a sus hijos

Una vez más la ciencia respalda que no hay problema en que una pareja homosexual críe a un hijo. “No hay diferencias” es la conclusión a la que llegó una...

Una vez más la ciencia respalda que no hay problema en que una pareja homosexual críe a un hijo.

“No hay diferencias” es la conclusión a la que llegó una investigación publicada este mes en Journal of Developmental & Behavioral Pediatrics sobre las disimilitudes que pudieran existir entre las parejas homosexuales y heterosexuales en torno a la crianza de sus hijos.

No es una novedad la discusión sobre la habilidad de las parejas homosexuales para criar a sus infantes y cómo su orientación sexual pueda afectar al desarrollo de sus hijos. Sin embargo, por más que se discuta, los estudios demuestran que ese factor no genera impactos negativos en los niños.

La investigación de la Universidad de Amsterdam, la Universidad de Columbia y la Facultad de Derecho de la UCLA, se realizó con información del Sondeo Nacional de Salud Infantil de Estados Unidos. De ahí tomaron a 95 parejas de madres lesbianas y 95 parejas de padres heterosexuales (descartaron a los padres homosexuales porque no encontraron suficientes parejas).

Los factores que tomaron en cuenta para este estudio fueron los siguientes: salud, dificultades emocionales, habilidad de adaptación y conducta de aprendizaje. Las parejas homosexuales no podían tener hijos de otros matrimonios, puesto que la separación o el divorcio es un factor aparte –y muy importante– en el desarrollo infantil. Las parejas heterosexuales fueron seleccionadas a través de un modelo general de la familia promedio de Estados Unidos. Para ambos casos debían tener por lo menos un hijo de entre 6 y 17 años.

Una infancia feliz no depende de la orientación sexual quienes los críen. Foto: U.S. Department of Agriculture.

El estudio encontró que la orientación sexual de las parejas no provoca ningún impacto negativo en el desarrollo de los infantes. Lo que sí encontraron es que el nivel de estrés que tienen que soportar las madres lesbianas es mayor al de las parejas heterosexuales. Eso último, creen los investigadores, basándose en estudios previos, se puede deber a que las parejas homosexuales tienen que lidiar con la preocupación de las reacciones homofóbicas, lo cual los lleva a que tengan que estar justificando la calidad de su crianza.

No es la primera vez que se hace una investigación así. Desde los 80 este debate ha continuado a pesar de que existen otras 73 investigaciones que sustentan la misma conclusión a la que llegó la publicada este mes. Por el otro lado existen 4 estudios que sustentan lo contrario, sin embargo, todos han sido rechazados.

Quizá, si son décadas en las que se sustenta lo mismo, se debería de reconocer que no hay debate: la orientación sexual no afecta al desarrollo. Como dice Nathaniel Frank, director del proyecto What We Know: “El debate científico sobre las políticas de la crianza de los hijos de parejas homosexuales se acabó, y el trato igualitario ganó.”

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