Reseña: Venganza Implacable — Liam Neeson siendo Liam Neeson por enésima vez
Durante más de una década, Liam Neeson se ha identificado principalmente por hacer el papel de un vengadores, unos más acabados que otros. Y parece que tendremos otra década de lo mismo, porque en Venganza Implacable —Honest Thief en inglés… ya sé, ya sé—, Neeson se vuelve a reciclar para darnos una película que se siente que ya hemos visto muchas veces.
El ladrón honesto
Aunque tiene el sobrenombre de “El bandido que entra y sale” —”The In And Out Bandit“—, Tom, el ladrón de bancos que interpreta Liam Neeson en Venganza Implacable tiene más en común con Batman que con cualquier villano. Y con eso me refiero a que es un hombre con recursos e ingenio.
Está por encima de la ley y se digna participar en el sistema cuando le conviene. Aparece al azar y desaparece misteriosamente. No cree en las armas ni en los asesinatos, y prefiere intimidar a sus adversarios con llamadas telefónicas amenazadoras y artefactos explosivos caseros.
(Open Road)
Entonces Tom conoce a Annie (Kate Walsh) mientras busca alquilar una unidad de almacenamiento, y se llevan tan bien que decide renunciar a su vida de crimen. Con la esperanza de poder negociar una sentencia ligera y regresar rápidamente con su amada, Tom llama al F.B.I. para confesar su robo de 9 millones de dólares de bancos de pequeñas ciudades. Todo para sentirse digno del amor de Annie. “Ella significa más para mí que todos los billetes de dólar del mundo”. Eso es amor.
Pero sus planes se ven frustrados cuando dos agentes federales, Hall y Nivens, deciden fugarse con el dinero robado por Tom. Si Tom quiere restaurar el orden, tendrá que enfrentarse a la ley.
Todo por la redención
Entonces, lo que se le quita a Liam Neeson en Venganza Implacable no es a su esposa o a su hija o a un ser querido, sino su oportunidad de redención.
(Open Road)
Esa es una idea intrigante, una que una mejor película habría explorado con mayor profundidad y con los matices morales que una situación tendría. Porque aquí sólo se quedan en la superficie.
Venganza Implacable también podría haber usado más robos: el grave barítono de Neeson se combina bastante armoniosamente con un monólogo hacia el principio que explica cómo Tom logró un atraco a un banco durante un fin de semana festivo de tres días. Pero durante la mayor parte de la película (y esto no es spoiler), Tom parece que se ha resignado a su destino, esperando en una habitación de hotel a que el FBI venga a arrestarlo.
(Open Road)
¿Eso fue todo?
Tom al final termina huyendo, con su novia irracionalmente leal acompañándolo en persecuciones en automóvil por las misteriosamente vacías calles de Boston. Tan vacías como la película.
Es entonces cuando la acción comienza, se intensifica muy rápidamente, antes de apagarse mucho antes del ajuste de cuentas final. Mientras tanto, la dinámica entre Tom y el Agente Nivens (Jai Courtney) apunta a una película más atrevida, ya que Nivens deja un rastro de cuerpos a su paso, mientras que Neeson trama una venganza más tranquila y cerebral.
Es decir, cuando por fin creemos que Venganza Implacable mejorará, esto no ocurre. Su corta duración apresura las cosas. La trama repetitiva es más un ritual de los filmes de Lian Neeson: otra vez lo vemos desafiar la voluntad de hombres más jóvenes y sin escrúpulos, sorprendiéndolos con habilidades cuerpo a cuerpo perfeccionadas por el entrenamiento de los marines, golpeando su auto robado contra el de ellos cuando huir hubiera sido una opción más segura e inteligente.
(Open Road)
Esto aunado al tono. Venganza Implacable está atrapado en un limbo que la vuelve frustrante. Porque le falta acción para ser el thriller que promete. Y le sobra seriedad cuando deja guiños de que pudo ser una parodia. Justo es cuando más promete el filme. Por desgracia, no pasa de eso.
Lo bueno
- Liam Neeson todavía funciona como héroe de acción
- Los momentos en los que no se toma tan en serio
- Que las secuencias de acción fueran realistas
- Cuando hay acción, esta fluye a buen ritmo
Lo malo
- Se siente hueca
- Promete más de lo que entrega
- No hay gran desarrollo de personajes
- Por lo tanto, casi no hay química
- Se siente como la enésima vez que se ve una película así
Veredicto
Venganza Implacable es una película totalmente olvidable. Es la enésima vez que vemos a Liam Neeson en el rol de justiciero solitario. No es una propuesta fresca o interesante. Así que no, no se arriesgan para irla ver al cine. Mejor esperen a que la pasen por televisión y la vean en una noche que les cueste conciliar el sueño.