Reseña – The Batman, la venganza es solo el comienzo
Comenzó como la gran película de Ben Affleck en el DCEU, y terminó como una secuela/precuela espiritual a la mítica The Dark Knight de Christopher Nolan. The Batman es mucho más que un nuevo reinicio para el Caballero de la Noche en el cine, pues al adentrarnos a su universo podemos encontrar una propuesta dramática y emocionante sobre uno de los justicieros más importantes en la historia del noveno arte. De forma un tanto similar a Joker, The Batman se siente fresca gracias a una narrativa que retoma la fantasía noir de las historietas, pero manteniendo ese toque de realismo con el que nos convencemos que DC es muy superior a Marvel.
Un tanto complaciente, pero con una estructura que permite que todos sus personajes tengan un momento para brillar, con referencias sutiles a los más de 80 años de Batman y una interpretación convincente de Robert Pattinson; tanto para el Bruce Wayne más millennial de la historia, como para un Batman que sigue buscando el sentido de su cruzada en Ciudad Gótica. Sin entrar en detalles, y porque sé que no quieres un solo spoiler: The Batman es una película que debe disfrutarse en el cine, en la pantalla más grande que tengas a la mano. No es perfecta, pero es la mejor versión de Batman en live-action que hemos visto desde The Dark Knight. Si quieres saber un poco más, te invito a seguir leyendo.

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Ciudad Gótica tiene un par de años bajo el cobijo de un justiciero enmascarado conocido como Batman. Este vigilante ha logrado imponer sus reglas en los oscuros callejones de la ciudad, por lo que una vez que su señal brilla en el cielo, los criminales lo piensan dos veces antes de salir de sus escondites. Sin embargo, este par de años solo han servido como entretenimiento para el vigilante, pues la teatralidad en sus actos de venganza ha comenzado a inspirar a las mentes más peligrosas de Gótica. Tras un importante operativo contra el crimen organizado en la ciudad, un misterioso villano comienza a desenmascarar la verdad sobre dicha proeza, señalando la corrupción y las mentiras de todos los involucrados… dejando un rastro de sangre que parece no tener fin.
Esta rebelión contra las instituciones y sus representantes comienza a tomar tintes personales con los ciudadanos más importantes de Gótica, y de paso abre viejas heridas en el legado de la familia Wayne. Atacado por ambos frentes, Batman tendrá que involucrarse por completo en la mente de su nuevo enemigo, un camino que lo llevará a encontrarse por primera vez con algunos de los más icónicos villanos del personaje; los cuales todavía están muy lejos de su mejor momento… pero que no por ello son menos peligrosos. Sin ser necesariamente una historia de origen, The Batman pone sobre la mesa los puntos clave para entender al personaje, preparándonos para una nueva saga, pero actualizando al héroe a los terribles tiempos modernos que vivimos en el mundo real.
Matt Reeves omite (casi) por completo el origen del personaje para entrar de lleno a la acción, pasar lista a la gran galería de personajes secundarios del Murciélago y dejar una que otra referencia para satisfacer a los fanáticos más empedernidos. Pero una vez que todo está listo, la dinámica de The Batman se vuelca por completo en pequeños episodios que buscan presentar diferentes caras de este universo, desde la relación entre Batman y Gordon o Bruce y Alfred, hasta la forma en que el Pingüino, Riddler y Catwoman viven sus vidas en este universo cinematográfico. Hasta hay momentos para que podamos entender como la policía de Gótica lidia con el justiciero, lo que en un futuro veremos a fondo en la serie de HBO Max.

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Ese ritmo entre personajes y escenarios permite que la película siempre tenga algo con que atraparnos, al principio con una breve introducción de los involucrados, y después con la intriga que la misma trama va promoviendo a través de los acertijos del Riddler y sus diferentes víctimas. Sin la necesidad de referencias obvias o tramas sencillas, Matt Reeves ejecuta The Batman como si estuvieramos en Arkham Knight en donde lo único que importa son las misiones principales. Ahí está el Acertijo esperándonos al final de la historia, pero antes debemos averiguar qué pasa en el club de El Pingüino, ayudar a Selina Kyle en un robo y resolver una escena del crimen con Gordon.
Todas esas misiones tienen un peso importante en el desarrollo del protagonista, quien hasta el momento se ha mantenido en una cruzada de venganza personal, y no tanto como un héroe para el pueblo. Como Batman, Robert Pattinson logra mantenerse al nivel de sus predecesores, con grandes secuencias de acción, buenas coreografías de pelea y una estoica presencia en los momentos más álgidos, pero con una falta de experiencia que puede hacer explotar al hombre debajo del traje. Por otro lado, este Bruce Wayne millennial puede generar opiniones encontradas, ya que a pesar de su entrenamiento y habilidades detectivescas, sigue siendo un niño asustado que nunca encontró la paz tras la muerte de sus padres.
Matt Reeves mantiene a Bruce Wayne fuera de la acción durante gran parte de la cinta, pues claramente el desarrollo de la trama está ligado al crecimiento de Batman y en cómo su presencia ha causado un gran impacto en Gotham. Cuando Wayne entra en escena, vemos al multimillonario como nunca antes: perdido, solitario, deprimido, cansado y lejos de ser un playboy que intenta confundir a las masas. Esta versión de Bruce Wayne deja ver el elemento real del personaje, con un desinterés total por lo material, y un único objetivo: la venganza. ¿De quién se quiere vengar? En este momento de quien se le ponga enfrente.

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Para dar mayor dimensión al personaje, Batman no solo apuesta por el lado del justiciero infalible al que cada golpe le sale bien, sino también por el lado del detective. Sin hacer mucho alarde de sus habilidades y tecnología, este Batman se para en medio de una escena del crimen y ve con claridad lo que todos los demás han pasado por alto. Entre pistas y deducciones, Batman presenta una cara que pocas veces hemos visto retratada con tanta calidad en cintas anteriores. Por lo tanto, es imposible no dar crédito a la concepción de su villano, quien pone todo de su parte para que el héroe pueda lucirse.
Riddler, sin embargo, no es el villano clásico de las películas de Batman, pues su presencia se puede llegar a perder entre tantos personajes. Ojo, esto no es un punto negativo, cada villano y aliado tiene su tiempo para lucirse, solo que al marcar la pauta de la narrativa, Riddler tiene que permanecer oculto, pero siempre como la mente maestra detrás de cada evento que pone en riesgo a nuestro héroe. Retomando la idea de un Arkham Knight, hay que pasar un buen rato lejos del Acertijo para que todo tenga sentido en la historia. No puedo llegar a compararlo con el Joker de Ledger o Phoenix, pero Paul Dano brinda una interpretación sólida, un psicópata que se vale de TikTok para formar un culto alrededor de su particular forma de ver la vida. Quizá la única queja respecto al villano sea el intrincado final con el que somete a Batman a un desafío nunca antes visto… se parece demasiado a lo que probablemente hubiera deseado el Guasón en TDK, pero la ejecución cambia drásticamente de magnitud, recordándonos que Batman es solo un millonario en un traje increíble y no un súper humano.
Y así como Riddler, el resto de villanos que vemos en la pantalla consigue afianzar su personalidad a través de secuencias memorables. Ya sea una persecución a toda velocidad con un Batimóvil a la Rápidos y Furiosos, o a través de la trágica historia de una ladrona que le rompe el corazón a nuestro héroe, cada personaje extraído de los cómics se guarda un pequeño momento que afecta de forma considerable la historia, sin que nos vayamos a un giro de tuerca innecesario, pero sí en favor de hacer más emocionante la travesía. Para las casi 3 horas que dura The Batman, estos pequeños pero importantes golpes de adrenalina son muy valiosos, aunque uno o dos podrían haberse quedado fuera para una cinta más corta y efectiva

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A niveles técnicos no hay nada que reprochar, Matt Reeves consigue una visión particular de su Ciudad Gótica que no se parece en nada a la que ya vimos con Nolan, Burton o Phillips. Esta Gotham mantiene la particular belleza de sus edificios llenos de picos en las azoteas y escandalosas cornisas, pero en las calles es la miseria lo que gobierna, basura por todos lados, contaminación y un dejo de tristeza. Pareciera que es difícil respirar el aire de esta ciudad, y por momentos se siente como si el sol nunca se posará sobre esos enormes rascacielos. Una fotografía que nos recuerda la Gótica de Batman Begins, pero que guarda una personalidad única a través de una paleta de colores que nos deja varados en la soledad.
Dentro del soundtrack lamentablemente no hay grandes sorpresas, y es que todo lo que escuchamos en los avances se mantiene dentro de los momentos clave de la cinta, incluso la canción de Nirvana se queda para un par de momentos. Esto no quiere decir que la banda sonora sea mala, al contrario, está bien ejecutada y el tema principal logra capturar la esencia de este Batman entre el misterio en las sombras y una buena golpiza para los criminales. Sin recurrir a Hans Zimmer o Danny Elfman, Michael Giacchino también deja su granito de arena para dar personalidad a esta nueva versión de Batman.
A diferencia de lo que pasó con el Batman de Nolan, Snyder e incluso con el de Burton, este nuevo Batman parece intentar algo diferente. Más allá de ser un personaje todopoderoso, capaz de escapar a cualquier cosa con un gancho y un auto modificado, Matt Reeves apunta a un desarrollo más marcado en Bruce Wayne que en el Caballero de la Noche. Sin entrar en detalles, pero es el mismo Wayne quien señala el camino de su cruzada y el enfoque de sus próximas acciones, algo que solo LEGO Batman se atrevió a dejar en claro entre broma y broma. Hay cosas que se vislumbran dentro del futuro de The Batman, pero es la forma en que el protagonista puede presentar una mejor versión de él, lejos de los gadgets y planes imposibles, lo que emociona más tras este impresionante debut.

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Lo bueno
- Robert Pattinson sí es un gran Bruce Wayne/Batman
- Zoe Kravitz, Paul Dano, Jeffrey Wright, Andy Serkins y Colin Farrel
- The Bat & The Cat
- El tema de The Batman
- La persecución en el Batimóvil
- Que parece videojuego de Rocksteady
- Ese cameo al final
- El desarrollo de Bruce Wayne y Batman
Lo malo
- La historia de la mafia y los Wayne
- Podría durar 2:30 y no perderíamos mucho
- La fotografía puede ser demasiado oscura en algunas secuencias
Veredicto
The Batman es la mejor película de Batman desde The Dark Knight… lo cual no era muy difícil. Sin embargo, y al igual que pasó con Joker o Peacemaker, es la libertad alrededor del personaje lo que nos permite conectar con su historia y la forma en que se desenvuelve este nuevo universo. Matt Reeves no se arriesga y toma mucho de la atmósfera de la trilogía de Nolan, pero actualiza lo que es necesario y se atreve a mostrar una personalidad diferente para el justiciero, tomando sus vulnerabilidades para enriquecer su desarrollo, así como su galería de villanos para no perder tanto tiempo en próximos proyectos. Además, puede que esta sea la película de superhéroes que mejor logra poner en pantalla a todos los personajes disponibles, sin que el ritmo o la historia se vea afectada por referencias o cameos innecesarios. No es perfecta, pero después de tantos cambios y mucho tiempo de espera, es increíble que podamos disfrutar de un Batman tan entretenido como hace años no teníamos en la pantalla grande.
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