Reseña Oscar 2022 – Belfast o cómo la vida siempre sigue adelante
Una de las cosas más tristes de la vida es que, sin importar lo que pasé a nuestro alrededor, la vida misma debe seguir su camino. Puede que el mundo se acabe por la guerra o una pandemia, pero la cotidianidad no se detiene ante nada y eso es lo que verdaderamente duele cuando la vida pasa. En medio de un conflicto entre católicos y protestantes que desató una guerra por más de 30 años, Belfast se mueve por el amor incondicional de la familia y las situaciones que se deben contener entre cuatro paredes para que la vida pueda seguir su camino de la forma menos explosiva posible.
En 1969 la capital de Irlanda, Belfast, vio nacer una guerra civil entre católicos y protestantes, donde estos últimos buscaban expulsar de sus territorios a los que creían de forma diferente. Este conflicto es conocido como The Troubles, y en Belfast de Kenneth Branagh vemos el inicio de esta guerra bajo una perspectiva bastante singular: la de un inocente niño de 9 años llamado Buddy. Como si viviera en una fantasía, la pequeña localidad en la que vive Buddy y su familia es un lugar ideal, donde todos se conocen, saludan y conviven, al tiempo que en las calles los niños pueden salir a jugar sin preocuparse por nada más que llegar a tiempo a la cena.
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De la nada, la guerra comienza y las explosiones estallan frente a la mirada inocente de Buddy. Aquel lugar mágico en el que nunca pasaba nada, se ha convertido en el centro de un conflicto sin precedentes, el cual dejará ante una incertidumbre total a todos sus habitantes. La división entre la gente de Belfast es clara… o estás con los protestantes o estás en su contra. Y como el padre de Buddy decide no tomar bando, esto convierte a la familia en un objetivo para los más extremistas en la batalla, dando así el golpe final a la vida tranquila que algún día rodeo al pequeño.
Kenneth Branagh toma a Buddy para simplificar de forma encantadora todas las dudas que podrían correr por nuestras cabezas a la hora de pensar en una guerra. Desde las motivaciones de ambos bandos, hasta los intereses religiosos son expuestos de forma que el niño pueda entender el conflicto y la audiencia darse cuenta de lo absurdas que son todas las ideas extremistas. Sin embargo, el encanto de Buddy tiene su origen en la familia, una típica versión de una familia nuclear en la que, a pesar del conflicto, hay espacio suficiente para los problemas típicos de cualquier rincón del mundo: quedarse sin dinero, buscar un mejor lugar para vivir y, en el caso de Buddy, el descubrir cosas tan valiosas como el amor o que sus padres no tienen la vida resuelta.
Más allá de solo limitarnos a la visión de Buddy y hacer del viaje un coming of age bastante típico, Belfast nos pone ante la forma de ver el mundo de los adultos. Desde la interminable búsqueda por un futuro mejor que puede romper a su familia por parte del padre (Jamie Dornan), la intensa labor de madre (Caitriona Balfe) en medio de la guerra y ante un matrimonio que se desmorona o la noble y cada vez menos enfada forma de enfrentar cualquier adversidad por parte de los abuelos (Judi Dench y Ciarán Hinds). Todas estas interpretaciones van teniendo su oportunidad de tocar el camino de Buddy, al mismo tiempo que pueden conectar de forma más directa con la audiencia.
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Belfast no trata sobre la guerra y las intenciones de cada bando, sino de cómo este conflicto modifica a toda una comunidad o una familia, pero al final, para nuestros protagonistas, solo se trata de un pretexto para que las verdaderas intenciones de los personajes sigan su camino de forma más directa. La vida sigue y es inevitable detener los cambios, pero la forma en que cada uno de los involucrados ve la situación desde su propia perspectiva… eso es lo interesante. Y eso es lo que termina haciendo emocionante a Belfast, los momentos que la familia se conecta, la forma en que cada uno de ellos pone de su parte para hacer frente a lo que el escenario tiene preparado.
A todo lo anterior hay que sumarle el efecto de la fotografía a blanco y negro, mismo que marca un tono dramático, el cual se acentúa desde el inicio con el fundido de la ciudad actual y lo que Branagh propone desde 1969. A través de la fotografía también encontramos algunos puntos de escape para Buddy a todo color, los cuales retoman el amor del director al cine y el entretenimiento, desde un pequeño vistazo a Star Trek en la televisión, hasta una función de cine y teatro que muestran el lado más noble y espléndido de Buddy y su familia. Buddy descubre el mundo, en uno de los peores escenarios, pero así como la vida no deja de doler, tampoco deja de sorprendernos.
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Lo bueno
- Buddy y toda la familia
- La fotografía y los momentos a color
- El humor y la relación de Buddy con su familia
Lo malo
- El conflicto del padre puede ser confuso
- No hay una solución… la vida solo sigue
Veredicto
Belfast es una bella película sobre la familia y la relación casi irrompible que tenemos con ella a la hora de crecer. El escenario es solo un pretexto para enmarcar todavía más el poder de dicha relación, y las acciones imposibles de los padres para proteger a sus hijos, sin importar que eso atente directamente contra sus deseos. Sin embargo, Belfast es noble y divertida, con un humor que nos permite amar a cada personaje, así como el complicado viaje de un niño que no solo debe sobrevivir en un ambiente hostil, sino también enfrentar los pequeños eventos que marcan su crecimiento, como hablarle a la chica que le gusta o conocer por primera vez a la muerte. Belfast es todo un viaje memorable.