Dos amigos iniciaron una campaña en Kickstarter para hacerlo posible.
Todo comenzó en 2009, cuando un par de amigos se reunió a tomar un café en Frankfurt. Una de ellos, Liz Waterhouse, quien estudió Astrofísica en la Universidad de Harvard, preguntó a su amigo tipógrafo, Harald Geisler, si podría convertir su letra en una fuente al mirar aquella que se encontraba escrita en la servilleta del lugar, y él respondió que sí.
Posteriormente, la idea de utilizar la letra de Albert Einstein fue producto de la nostalgia de Liz, quien durante toda su adolescencia se encontró leyendo varias copias de documentos y ensayos del puño y letra del genio. Los dos amigos piensan que la letra de Einstein, de la que se refleja un ritmo y una curvatura bastante singular, es por mucho interesante. Por ello es que ahora la pareja pretende llevar la letra del físico a la mayor cantidad posible de personas.
A partir de aquél momento, Liz y Harald se encuentran trabajando en una fuente como forma de honrar el trabajo de Einstein. Por medio de una campaña en Kickstarter, se espera que el proyecto pueda finalizarse y estar disponible en muchos dispositivos, como Mac, Linux, PC y iOS. La buena noticia es que a muy pocos días de haber dado inicio al financiamiento, la meta inicial de 15,000 dólares ha sido duplicada y aún restan 33 días más para el término de ésta.
Llegar al producto final no ha sido una tarea sencilla para Geisler, quien durante los años ha perfeccionado cada letra de manera individual para lograr obtener el resultado mas natural posible. Para ello ha sido necesario tomar en cuenta varios modelos diferentes de la letra original de Einstein, especialmente los rasgos “juguetones” de sus iniciales (A. E.) y mayúsculas, el estudio y perfeccionamiento de cada uno de ellos tomó aproximadamente seis meses. El portafolio de Harald también incluye un proyecto relacionado: una fuente inspirada totalmente en la caligrafía de Sigmund Freud.
Documentos de Einstein en los que se basaron
Se pretende que el lanzamiento de la fuente coincida con el centenario de la Teoría General de la Relatividad. Las recompensas van desde los 15 dólares por un paquete sencillo, 25 dólares para compartir la fuente con un amigo y postales, hasta 10,000 dólares por una recompensa misteriosa pero muy especial. También está la opción de llevarte la fuente de Sigmund Freud por 30 dólares.
