En 2013, Elon Musk le regaló al mundo su idea de viajar en un tren de alta velocidad entubado. Desde entonces diferentes empresas privadas han retomado el proyecto con diferentes niveles de éxito. Una de las que ha logrado mayores avances es Hyperloop One, una compañía fundada por los inversionistas Josh Giegel y Shervin Pishevar, que ha realizado diferentes experimentos en el desierto de Nevada, Estados Unidos, buscando volver real al novedoso sistema de transporte.
Hace un año Hyperloop One lanzó su Global Challenge, un concurso que, en teoría, buscaba encontrar las mejores propuestas para construir Hyperloopes reales en diferentes partes del mundo. La idea era presentar opciones para conectar ciudades y regiones de todo el mundo por medio del innovador sistema de transporte que, de ser elegidas, serían apoyadas por Hyperloop One buscando atraer el apoyo de los gobiernos locales.
De acuerdo con Hyperloop One, se registraron más de 2600 propuestas, y finalmente hace unas horas se seleccionaron las 10 propuestas que contarán con el apoyo de la compañía para intentar volverlas una realidad. Lo sorprendente es ver que uno de los 10 proyectos elegidos es mexicano.
La ruta del Hyperloop mexicano.
El proyecto Mexloop es dirigido por el arquitecto Fernando Romero, responsable del diseño del Nuevo Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México, y cercano al gobierno de Enrique Peña Nieto, además de yerno de Carlos Slim. Es egresado de la Universidad Iberoamericana de la Ciudad de México, y un importante colaborador de Rem Koolhaas, uno de los arquitectos más importantes del mundo.
Su propuesta de ruta Hyperloop conectaría la Ciudad de México con Guadalajara, y tendría paradas en Querétaro y León, dando forma a un enlace interurbano de alta velocidad que aliviaría la congestión vial, conectaría los bancos de trabajo de la región del bajío y crearía sinergias económicas que se espera incluya a más de 60 millones de personas en el 2050. Las estaciones estarían estratégicamente ubicadas cerca de aeropuertos, para maximizar la eficiencia de la infraestructura de transporte existente. La ruta completa abarcaría 532 kilómetros y tardaría tan solo 38 minutos realizar un viaje de la capital a Guadalajara, o viceversa.
El concepto de la estación de Hyperloop que se construiría en la CDMX.
Es importante mencionar que, por lo menos hasta ahora, las versiones de Hyperloop de Hyperloop One no están destinadas a pasajeros, sino solo para transportar cargas. Pero el proyecto de Romero sí menciona que buscarían que su versión sirviera para transportar personas, además de cargas pesadas.
“El equipo de Mexloop propone dar forma a una conexión para pasajeros entre el nuevo Hyperloop y el nuevo aeropuerto, en la zona oriente de la Ciudad de México, además de ser un enlace de transporte para la Central de Abastos. Se espera que sea usado por una porción significativa del mercado turístico que se concentra en los barrios cercanos y facilitar el flujo hacia y desde el nuevo aeropuerto. El equipo espera integrar el sistema Hyperloop a los centros de transporte actuales y futuros, localizando la estación de la CDMX conectada con tres paradas del Metro, una central de autobuses y el futuro Tren Interurbano México-Toluca. término de la HSR Toluca-Ciudad de México”, se puede leer en el proyecto.
Hyperloop One se compromete a apoyar a los 10 proyectos ganadores, intentando convencer a los gobiernos de las diferentes ciudades del mundo seleccionadas, además de intentar ser el puente para conseguir patrocinios locales. Si bien el apoyo de la compañía es muy importante, los conectes políticos y empresariales de Fernando Romero con importantes figuras locales podrían ser cruciales para que el proyecto se vuelva una realidad.