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Así eran los sorprendentes (y sensuales) cómics mexicanos del Hombre Araña

Spider-Man es gringo pero el Hombre Araña, sorprendentemente, es un personaje mexicano.

Ningún personaje creado en Estados Unidos es tan querido en México como lo es el Hombre Araña. Pueden poner en tela de juicio esta aseveración, pero el personaje creado por la dupla Stan Lee y Steve Ditko, es amado porque nos identificamos con él; porque tenía una tía preocupona; porque no importaba los problemas en los que se metiera siempre tenía una buena broma que decir; porque sacaba de casillas a los malos; porque fomentó la lectura en toda una generación y porque en algún punto de su historia oficial, el Hombre Araña fue un producto hecho en México.

En junio de 1963, a tan sólo tres meses de haberse publicado el número 1 de The Amazing Spider-Man en Estados Unidos, la Editora de Periódicos La Prensa S.C.L. comenzó a publicar las aventuras del arácnido en nuestro país bajo el título El Sorprendente Hombre Araña. Podría decirse que la editorial mexicana fue la primera que llevó a los personajes de Marvel Comics a recorrer América Latina, ya que distribuía sus historietas en Argentina, Chile, Uruguay y Perú. Incluso también distribuyó sus cómics en Estados Unidos, pensando en las comunidades de habla hispana de California y Miami.

El Sorprendente Hombre Araña resultó ser un éxito editorial, tanto que a los pocos meses la publicación pasó de ser mensual (como en Estados Unidos) a quincenal; lo cual supuso un problema, dado que Marvel no estaba generando el material suficiente para satisfacer la demanda del público latinoamericano. Para cubrir la falta de historias arácnidas, La Prensa incluyó en el titulo aventuras de Los Vengadores y Tales to Atonish (que contaba las andanzas de Ant-Man).

La Prensa fue la primera editorial que llevó a los personajes de Marvel Comics a recorrer América Latina

Después del número 44, El Sorprendente Hombre Araña volvió a ser mensual por un tiempo, pues las historietas con las que compensaban la frecuencia mensual gringa obtuvieron sus propios títulos en La Prensa. Pero el furor por el personaje creció cuando Steve Ditko dejó el cómic y llegó a su relevo ese dios del dibujo conocido como John Romita. La calidad del dibujo de Romita hizo que los fans mexicanos no hicieron más que desear más y más aventuras del Hombre Araña.

El héroe se convirtió en el estandarte de Marvel en Latinoamérica. Era el personaje más reconocido por chicos y grandes, y sus historias, ubicadas entre la aventura y el drama, hicieron que el mundo se sintiera identificado con él. Tal fue el éxito que la publicación volvió a ser quincenal, luego semanal y se sumaron las tiras de prensa y dominical en el periódico homónimo de La Prensa.

La necesidad de tener más material que publicar del superhéroe hizo que el director de La Prensa viajara a Estados Unidos, a las oficinas de Marvel en Nueva York, y solicitara un permiso especial a la licencia que habían adquirido del arácnido con el fin de publicar material propio, creado con un equipo 100% mexicano.

Interior de El Sorprendente Hombre Araña No. 128.

El director de La Prensa no llegó con las manos vacías. Le había pedido a algunos artistas de la editorial que hicieran pruebas que pudiera enseñar en Marvel, y demostrar con ello que podían generar su propio contenido licenciado. Marvel no sólo le dio la venia para hacer sus propios cómics, sino que seleccionó al dibujante encargado de realizar la proeza. Su nombre: José Luis Durán.
En una entrevista, el maestro Durán narra aquellos sucesos de la siguiente forma:

“El director del periódico fue directo a proponer el material de prueba para ver si le daban licencia para hacer el material del Hombre Araña, para llenar los huequitos que iban quedando en la publicación mensual de los gringos, en comparación con México que era quincenal. Entonces yo comencé a dibujar con permiso, no directo en Marvel sino a la Prensa, que era la dueña en ese momento del ‘servicio’.

(Los cómics del Hombre Araña hechos en México casi siempre tenían mujeres sensuales en portada)

En este caso, Durán le llamaba “servicio” a dibujar lo que la editorial le solicitaba y en ello, aunque joven, no era un inexperto. En su currículo ya podía presumir de haber creado más de 40 portadas para el cómic de El Santo que publicaba José G. Cruz. Además, el mexicano ya había trabajado dibujando al “amigable vecino” de Nueva York” en el periódico de La Prensa.

“Me inicié dibujando tira diaria para el periódico, seguida de dominical y luego nos lanzamos a la revista. Hacíamos las tres opciones”, narró en otra entrevista.

Así fue como a partir del número 123 de El Sorprendente Hombre Araña (15 de Marzo de 1972) se publicó el primer cómic de Spider Man hecho íntegramente en México. Décadas antes de que Humberto Ramos cumpliera su sueño de ser dibujante de Spider-Man, el maestro Durán se convertía así en el primer artista mexicano en tomar las riendas del Hombre Araña y con aventuras creadas expresamente para el público mexicano.

Es fácil reconocer por sus portadas a las ediciones de El Sorprendente Hombre Araña hechas en México.

En total se contabilizan 45 episodios mexicanos, escritos en su mayoría por Raúl Martinez y con dibujos del ya mencionado José Luis González Durán. Además, Durán dibujó más de mil tiras del personaje creado por Stan Lee y Steve Ditko; reemplazado en algunas ocasiones por Roberto Ávila. En esa misma era, también se publicaron aventuras de Nick Fury hechas en México, dibujadas por Ramiro Zittle.

“Cuando me dieron a hacer ese trabajo me sentí muy especial porque apenas me estaba haciendo como ‘hacedor de historietas’ de manera profesional. Sentí que era imposible que me hubieran dado el trabajo porque yo era todavía muy novato –cuenta Durán sobre las primeras veces que dibujó al Hombre Araña. Memorizar el personaje, practicarlo y tratar de realizarlo lo mejor posible. Yo no tuve la oportunidad de practicarlo, sino que me guié. Tratando de hacerlo lo mejor posible.”

(Otro ejemplo de los cómics mexicanos del Hombre Araña)

El Hombre Araña mexicano fue un hecho sin precedentes en la industria editorial de los cómics, pues no se ceñía a los estándares narrativos de Marvel, creando incluso sus propios villanos y línea temporal. Por ejemplo, a pesar de que Gwen Stacy había muerto en la continuidad oficial, en México se publicó la boda entre Gwen y Peter Parker. Además, en las ediciones hechas en México, era común ver a la rubia (u a otro personaje femenino) posando sugerentemente, muchas veces sin que tuviera nada que ver con la historia en sí misma. Esto se debe, quizá, a que el propio Durán ha declarado que Gwen era su personaje favorito de la serie. Si quieren identificar uno de estos ejemplares basta con checar si hay o no fan service en la portada.

El Sorprendente Hombre Araña No. 128 con la Boda de Gwen y Peter.

La libertad argumental que tenían los mexicanos era sorprendente, aun en estos días. “Hice una adaptación de King Kong en dos números. Sólo adapté la esencia de la historia, que se publicó en dos números. Para nada tuvo que ver un gorila, simplemente la idea la adapte para colaborar con el guionista”, explicó Durán sobre el proceso creativo de la revista en la que aparecieron villanos como el Hombre de Hierro (que no era Tony Stark), el Hombre Gigante (que no era Henry Pim) o El Puercoespín, un villano que hizo de las suyas en las tiras del periódico.

A principios de la década de 1970 La Prensa comenzó a cancelar todos sus títulos de historietas, terminando en 1973 con El Sorprendente Hombre Araña, pero no con el Hombre Araña mexicano. En 1974 la editorial OEPISA (Organización Editorial de Publicaciones e Impresiones S.A.) a través de Macc División de Historietas, adquirió la licencia que dejó La Prensa de los personajes Marvel y comenzó publicar sus aventuras, con José Luis Durán como director de arte de la editorial.
Tomando como ejemplo lo creado en La Prensa con El Sorprendente Hombre Araña y Nick Fury, MACC se atrevió a hacer lo mismo con Puño de Acero (Iron Fist), pero sin el permiso de Marvel –que al parecer nunca se enteró. Incluso publicó La Chica de Kung Fu, una historieta de manufactura propia que ubicaron dentro de la continuidad como un spin-off de Shang-Chi.

El Hombre Araña también tuvo una nueva versión mexicana a través de Arañita Súper Historias, hecha íntegramente por Durán y su equipo que iba dirigida a un público infantil. Las características principales del personaje permanecían, pero Durán trató de hacerlo más caricaturesco, para dar a entender que eran aventuras de Peter Parker niño (muy parecido al pequeño Archie) junto a su novia Gwendy. Arañita se anunciaba como la “Primera Gran Revista Fácil De Leer Con Aventuras Del Hombre Araña”.

Portada de Arañita Super Historias

El Hombre Araña también tuvo una nueva versión mexicana a través de Arañita Súper Historias.

En una de sus aventuras, el Hombre Araña conoce a Santa Claus; en otras se enfrenta a Niebla, un villano creado por los mexicanos, que se convertía en humo y se metía dentro de una botella.

“Para mí fue una verdadera oportunidad y un reto dibujar al Hombre Araña – afirma el maestro Durán- Me siento, en lo personal, a gusto de dibujar todo lo que he podido, pero el Hombre Araña, realmente, sin considerarme un genio ni mucho menos, me ha dado la oportunidad de conocer gente. Son las mismas personas, el lector, quienes me han puesto en el lugar de algo que nunca pensé. Ya analizando o reflexionando, es una de mis satisfacciones como narrador gráfico, hacer el Hombre Araña. Creo que con el tiempo hubiera yo mejorado, pero ya no tuve”

Las aventuras del Hombre Araña en Macc terminaron en 1979. De entre todas esta aventura del Hombre Araña en México se conservan pocos (muy pocos) originales, pues una vez que el artista entregaba las páginas el editor ya no las regresaba.

“Aprendí a leer en la página dominical, allí nació mi pasión por la historieta. Tal vez ese era mi destino. Creo que todos nacemos para hacer algo en la vida ¿no? A mí me dijeron que era dibujante y yo me la creí y ya me dedique a la historieta y aquí seguimos insistiendo en lo mismo, aunque ya no en la misma oportunidad de antes”, declaró el maestro Durán en alguna ocasión.

En este 2017, la historia del Hombre Araña hecho en México tuvo un nuevo capítulo, esta vez a manos de editorial Televisa. Durante un evento oficial de la editorial en Ecatepec, Estado de México, llamado Ecatecomic, se repartieron ejemplares de una “Cómic conmemorativo de colección” en el que se narran las aventuras de Peter Parker en el municipio mexiquense.

Uno de los ejemplares de Spider-Man que se repartieron en la Ecatecomic.

Todo surgió de un concurso en el que los organizadores del Ecatecomic pedían a los “autores” presentar una historia en la que el Hombre Araña tuviera que visitar Ecatepec y enfrentarse a una deidad prehispánica. El premio consistía en imprimir las historias.

¿Podrá Editorial Televisa imprimir historias propias del Hombre Araña como lo hacía La Prensa en los setenta? No lo sabremos nunca, porque este cómic no lo hicieron ellos. Al menos no legalmente. No tiene logos empresariales por ningún lado, sólo los nombres de los concursantes (Huitzi Trujano, Hannah Art y Alejandra Yañez) y el de Raúl Valdez, quien funge como coordinador.

Interior del cómic de Spider-Man que se regaló en la Ecatecomic7.

Como anécdota debo decir que el cómic gratuito (que no le llega a los talones al peor dibujo hecho por Durán) fue un éxito. Tanto, que una persona vestida de Spider-Man se sentó en una de las mesas de la entrada a firmar cómics para los niños que visitaban el evento, igual que muchos de los autores invitados a Ecatecomic.

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