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Reseña: Metro Exodus – Una experiencia de survival horror casi artesanal

| 14 de febrero de 2019
Pocos juegos tienen este feeling tan artesanal del que goza Exodus.

Metro Exodus es un juego esencialmente ruso que refleja los retos que todo un pueblo tuvo que superar desde, probablemente, su orígenes como una tribu en la Edad Media.

En este shooter que combina elementos de survival horror, te pones el traje Spartan de Artyom, el protagonista silente de este juego y sus dos predecesores, para explorar lo que quedó de Rusia tras una guerra que devastó todo en 2013 y que sumergió a (hasta donde se sabía en ese momento) toda la humanidad en el caos, la anarquía y la agobiante escasez.

En este mundo postapocalíptico, Artyom y sus colegas abandonan la seguridad del Metro de Moscú para descubrir que tal vez las historias de aniquilación total que escucharon por más de dos décadas no eran del todo ciertas y que el mundo exterior esconde más peligros, pero también más esperanza, de la que jamás esperaron.

Metro Exodus juega con la falta de recursos para obligar al jugador a explorar su entorno en busca de suministros, pedazos de armas, herramientas, accesorios y, en general, basura. En otras palabras, los chicos del estudio ucraniano 4A Games te vuelven un pepenador postapocalíptico que fuma cigarros hechos con papel periódico.

Si este título no fuera tan atmosférico y los responsables de su desarrollo no hubieran prestado tanta atención a este mundo desolado e inhóspito, y en especial, si no hubieran sido tan fieles a la visión de Dmitri Glujovski, autor de los libros en los que se basan los juegos de la saga Metro, la mecánica de exploración antes mencionada jamás habría funcionado.

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Fumando un poco de tabaco Makhorka

El más reciente capítulo en esta historia de supervivencia deja de lado el elemento sobrenatural de los juegos anteriores para desarrollar más los arcos argumentales de cada uno de sus personajes.

Por otro lado, la economía propia de Metro 2033 en la que los cartuchos útiles de AK47 eran usados como moneda corriente, fue reemplazada en Exodus por un sistema en el que Artyom es capaz de intercambiar pedazos de armas de todo tipo para adecuar su arsenal a cada situación.

En algunas ocasiones, un revólver hechizo podrá ser usado como rifle de precisión, mientras que en otras, un ligero cambio de accesorios rapiñados del descampado lo convertirán en una brutal pistola capaz de detener peligrosos mutantes de un solo tiro.

Lo mismo sucede con tu kit médico y tu siempre útil máscara de gas, que en lugar de dejarse de lado una vez que Artyom y sus amigos abordan el tren Aurora para alejarse de la letal radiación de Moscú, su importancia es reiterada como accesorio clave durante las secciones de exploración subterránea.

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En esta ocasión, Exodus se desarrolla en un mundo semiabierto que está construido de forma tan inteligente, que aún en su vastedad, va guiando al jugador hacia los puntos a los que necesita llegar.

Los claustrofóbicos túneles del Metro de los juegos anteriores quedan atrás para mostrar una variedad de escenarios que van desde la tundra rusa hasta las arenas horneadas por el sol del desierto, pasando por el legendario río Volga y las afueras de Moscú.

Cada nuevo escenario es habitado por mutantes letales, ahora adaptados a sus nuevos hábitats radiados por las bombas nucleares de una devastadora guerra que algunos de los personajes creen que pudo nunca haber pasado, así como seres humanos que, o serán amigables contigo o intentarán asesinarte.

Si bien en muchas partes tu personaje respirará el aire puro del vasto territorio ruso que no resultó afectado por la guerra nuclear, a Metro Exodus no le faltan secciones en las que deberá volver a ponerse su máscara de gas para respirar sin envenenarse y usar su siempre confiable reloj nixie que, entre otras cosas, indica cuando estás en peligro de ser visto entre las sombras o marca el momento en que debes cambiar el filtro de tu máscara de gas.

El elemento de supervivencia de Exodus se disfruta en dificultad normal, pero si quieres sentir lo que es explorar un mundo hostil con solo tres balas de Kalashnikov, 10 balines para tu rifle neumático y un cartucho de revólver, entonces recomendamos jugar en los modos más difíciles.

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A bordo del tren del mame

Deep Silver y 4A Games no se fueron por la ruta fácil para popularizar la saga Metro al usar tropos de otros shooters de moda, sino que refinaron las mecánicas que los fans de los títulos anteriores amaron.

Esto no significa que no haya cosas que rompen con la ilusión de sobrevivir en un viaje a lo desconocido, ya que descubrimos una serie de fallas técnicas que nos recordaron que este título fue hecho por un estudio, no novato, pero sí uno al que le falta el expertise de otros equipos de desarrollo de videojuegos más consolidados.

La calidad de los diálogos de los personajes suele variar mucho entre escenas. En ocasiones una conversación llega ser muy interesante debido a que la actuación de los actores de voz acaba siendo buenísima, pero en otras pareciera que algunos fueron llamados al estudio a mitad de la noche para grabar sus líneas medio dormidos y de muy mal humor.

Los modelos de los personajes y algunos efectos gráficos no son, digamos, lo mejor de esta generación (en especial si los comparamos con títulos como Red Dead Redemption 2), pero ¿acaso no pasamos por alto detalles como los antes mencionados en juegos ya legendarios como The Elder Scrolls V: Skyrim?

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De no ser porque el mundo de Exodus fue construido con tanto amor y porque 4A Games realmente aprovechó las capacidades de audio inmersivo, texturas e iluminación dinámica de las consolas actuales, estas pequeñas fallas técnicas habrían afectado muchísimo la forma en la que experimenté este juego.

Deambular por corredores estrechos y matar mutantes en las cloacas del mundo se vuelven una experiencia mucho más intensa por el audio mejorado y los efectos de luz que visten este juego y le dan una apariencia mucho más moderna que sus antecesores.

Metro Exodus es un título para un solo jugador que debe experimentarse con paciencia y mucha planeación.

Cada superviviente tiene algo interesante que decir, así que vale la pena escucharlo, y si llegas a perderte un poco en el argumento del juego, te recomendamos acudir con alguno de los personajes secundarios para que este te ponga al día de forma casi descarada, con un largo diálogo expositivo de esos que solo se aprecian en las películas de serie B.

El juego está plagado de toques interesantes que lo hacen aún más auténtico, casi artesanal. El menú principal va cambiando conforme tú y tu equipo atraviesan Rusia a bordo del Aurora y la forma en la que te pones al día con tus objetivos y navegas por el mundo, es a través de tu confiable mapa sobre el cual, hay una pequeña brújula que indica siempre la dirección hacia la que debes dirigirte.

Cada misión tiene algunos objetivos que hay que cumplir, pero si buscabas side quests u otra cosa que hacer además de asomarte en cada rincón para encontrar algún cartucho útil o un pedazo de medicina con el cual hacerte un medkit, estás en el juego equivocado.

El menú de Crafting y de personalización de armas incluye una coqueta animación en la que Artyom se quita su mochila para sacar sus herramientas y ponerse a trabajar, es realmente una chulada.

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Lo bueno
  • Continúa la gran historia de la saga Metro
  • Conserva lo que nos gustó de los juegos anteriores
  • Muestra un mundo visualmente atractivo
  • Hay una clara mejora en los departamentos de audio e iluminación
  • Hay incentivos para explorar ese desolado mundo
  • Gráficamente es estable
  • Tiene una buena historia
Lo malo
  • A veces llegamos a ver gráficas algo maletas
  • La calidad de los diálogos no siempre suele ser la mejor
  • Tiene tiempos de carga medio largos
  • El final es un poco abrupto por la falta de un antagonista principal

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Veredicto

Artyom no habla, pero eso en lugar de ser un problema, ayuda a que los jugadores, especialmente los que no somos rusos, nos identifiquemos mejor con este personaje que solo asiente con la cabeza y obedece las órdenes de casi cualquiera que se le ponga enfrente.

El mundo de Metro Exodus tiene tanta profundidad que incluso llega a ser conmovedor. En todos lados hay pequeños recuerdos del mundo que se perdió entre los hongos de las bombas atómicas, así como detalles de lo que sucedió antes de 2013.

En dificultades más elevadas, explorar con paciencia cada centímetro de este mundo es clave para seguir avanzando en el juego y eso es lo que define a un verdadero shooter de supervivencia como este.

4A Games y Deep Silver demostraron ir por buen camino al llevar la saga Metro a una nueva generación de jugadores que tal vez no disfrutaron los títulos anteriores o que no están familiarizados con la obra de Glujovski, pero que buscan nuevas experiencias más allá de los tiradores tácticos y juegos tipo Battle Royale que actualmente saturan el mercado.

Esta es una experiencia contemplativa que contiene buenas dosis de acción que crean el balance ideal en un juego que quiere que sobrevivas en un mundo inhóspito habitado por criaturas infernales, pero que también se muere por contar la historia de un pueblo reconocido por superar las adversidades, ya sea las que el clima de su propia tierra les impone o aquellas creadas por el Hombre.

Si estás dispuesto a pasar por alto algunas deficiencias técnicas, Metro Exodus es un juego altamente recomendable, en especial para jugar en dificultades más altas.

Título: Metro Exodus.

Publisher: Deep Silver.

Desarrollador: 4A Games.

País: Ucrania.

Género: Gatillero en primera persona.

Plataformas: Xbox One, PlayStation 4, PC.

Fecha de lanzamiento: 15 de febrero de 2019.

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