Reseña: Blinded by the Light – El miedo a contar buenas historias sin presura
Cuando somos jóvenes, las únicas herramientas a nuestro alcance para eliminar el ruido de fuera son: unos audífonos y un buen reproductor de música, que nos lleven a explorar nuestros más profundos sentimientos y preocupaciones sin importar la maldita época en la que hayamos nacido. Mientras unos, en pleno 2019, podrían refugiarse aún, por ejemplo, en la música de los Beatles o Queen, otros podrían hacer lo mismo con canciones mucho más contemporáneas. Y al menos, en un principio, pensé que ese sería el principal argumento de Blinded by the Light (La música de mi vida, en español), de la directora Gurinder Chadha, y lo que me llevaría a identificarme de inmediato con el protagonista Javed (Viveik Kalra), un adolescente paquistaní atrapado dentro de su familia y en la Inglaterra racista y económicamente débil de la década de los 80. Pero no. Algo extraño sucedió en el camino y, probablemente, acudí a la función con unas expectativas muy distintas. Error mío, pero también pudo haber ocurrido que Blinded by the Light corre a un ritmo tan rápido, casi como la música de Bruce Springsteen, que me revolvió los sesos. Me perdió, vaya.

(Foto: Nick Wall/Sundance Institute)
Un adolescente frustrado
Blinded by the Light comienza con un par de niños que observan desde lejos una carretera que aleja a los automóviles (y a la gente) de la ciudad en donde viven. Uno de ellos es Javed. Él y su conservadora familia decidieron asentarse en Luton, Inglaterra, un sitio que su padre considera ideal para vivir pero que a él, lo hace sufrir. En esa escena inicial el pequeño Javed explica que su amigo Matt (Dean-Charles Chapman) le ha regalado un diario en el que piensa escribir sin descanso sus ideas pero muy pronto se da cuenta que tal vez, a nadie le interese leer sus pensamientos. Javed es el estereotipo del adolescente frustrado que no cree en si mismo pero que, además de eso, forma parte de una cultura patriarcal que lo obliga a obedecer las estrictas y absolutistas ordenes de su padre. No tiene salida, pero lo único que desea es huir de Luton. Para ilustrar mejor el personaje de Javed, está su amigo Matt: un joven rubio de peinado desenfrenado y amante de los sintetizadores que, a diferencia de él, ha logrado huir de casa. Es la contraparte de Javed. Tiene novia, un divertido padre, una banda de rock y viste a la moda; mientras Javed solo cree tener talento para escribir. Pero como ya dije, tiene miedo de ser leído. Entonces, la película comienza a moverse rápido, rápido (con prisa) y ya no tanto como un disco de El Jefe Springsteen, sino como una cinta de Rock n´Roll invitándote a bailar.
En un primer instante, pensaba que Javed solo quería huir de casa. Pero no. Resulta ser un adolescente más ambicioso que eso. Quiere tener novia (porque estar en una relación, según él, lo hará mejorar su escritura). Llega a la escuela, es inicio de curso, y será fácil identificar quién es la niña de la que se enamorará. Pero, también muy pronto, Javed nos mostrará cuán tímido es, tanto que, incluso, nos parecerá ridícula la facilidad con la que más tarde logrará acercarse a la chica de sus sueños en un bochornoso momento, dejando de lado su supuesta timidez. Durante su primera clase de literatura con la profesora Clay (Hayley Atwell), Javed se retraé de participar en clase y en ese instante, como si la señorita Clay gozara de poderes extrasensoriales, su maestra alcanza a percibir su talento y él le confiesa que quiere ser escritor. Y en una especie de rewind, de pronto Blinded by the Light comienza a sumar preocupaciones y momentos emotivos a la vida de Javed. Sin embargo, no es difícil detectar cuáles son los momentos más excepcionales -que son pocos, pero valiosos- de la cinta y uno de ellos, sin duda, es cuando conoce la música de Springsteen gracias a Roops, su nuevo amigo (obsesionado, al aparecer, con la cultura norteamericana al grado, de nunca desprenderse de su chaqueta con una bandera de Estados Unidos impresa) que conoce por casualidad. Con esto, parece que el mensaje de la película es que la vida es una casualidad.
¿Qué sabe Springsteen de nuestro mundo?

(Foto: Nick Wall/Sundance Institute)
Su padre pierde su empleo y J mira cómo su mundo se derrumba a su alrededor y piensa que su sueño por huir de Luton -la aburrida y racista ciudad de Luton- ha terminado. Entonces, toma una de las cintas de Springsteen que Roops le obsequió, presiona el botón de play, se coloca los audífonos y comienza a sonar Dancing in the Dark (1984). En ese instante, J se da cuenta que es la música de su vida (muy cursi, ya sé) pero funciona y el toberllino metafórico que BS provoca en él, Chadha lo representa de una forma muy literal (más no literaria): y sí, una tormenta de aire agita la casa de J, revuelve sus escritos -que había llevado al basurero- convirtiéndolos en un tornado de papel y él comienza, con solo escuchar una sola canción de Bruce, a creer en sí mismo. Esa clase de recursos se van difuminando a lo largo de la historia e incluso, así es como Blinded by the Light se traiciona a sí misma olvidándose de los instantes y secuencias que, por momentos, la volvían especial. Y entonces, Blinded by the Light, Javed y yo comenzamos a perdernos.
Porque, en realidad. ¿qué era lo que la directora Gurinder Chadha planeaba explorar en su décimo tercera película, después de It’s a Wonderful Afterlife (2010)? No se logra vislumbrar sino hasta el desenlace en un breve discurso: porque vaya, la música es universal. Y es cierto, ¿pero en dónde quedó el racismo, los problemas familiares y la falta de libertad incluso para expresarse dentro de esos mismos núcleos que no alcanzó a profundizar y ni siquiera a criticar? No hay respuesta. Tal vez no la haya, pero es probable que la directora se lo cuestionara al menos, en la mejor de sus escenas cuando en un gran plano colocado en la cocina de la casa de J, su madre (esclava de una máquina de coser) se encuentra pintándole el cabello a su padre y él, parece redimirse. Es la escena más profunda y tranquilidad de Blinded by the Light, como deberían ser contadas las buenas historias.

(Foto: Nick Wall/Sundance Institute)
Lo bueno
- La música de Springsteen.
- La forma en que el vestuario de Javed marca la pauta en su vida.
- La escena de redención de los padres de J. (No dejes de observarla con detenimiento).
- Las veces en las que parecía un musical.
Lo malo
- El ritmo.
- Intenta abarcar muchos temas y no profundiza en ninguno.
- El desenlace es poco ambicioso y se puede oler desde el inicio.
Veredicto

(Foto: Nick Wall/Sundance Institute)
Si bien, Blinded by the light puede llegar a ser una conmovedora película comercial, su gran error radica en la presura con la que es contada y en la falta de profundidad en temas como el racismo que no alcanzarán a tocar por completo las fibras de los espectadores. Digamos que Blinded by the light es, simplemente, otra bonita película musicalizada que cumple su función.

Título: Blinded by the Light
Duración: 2 hr 10 minutos.
Directora: Gurinder Chadha.
Elenco: Viveik Kalra, Kulvinder Ghir, Meera Ganatra, Aaron Phagura, Dean-Charles Chapman, Rob Brydon, Hayley Atwell.
País: Reino Unido.
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