Albert Einstein fue un hombre de ciencia, pero también una de las figuras más encumbradas de la humanidad. Un icono que en vida paseó por el planeta dando su opinión sobre los diversos temas que concernían a su tiempo. Sus opiniones sobre viajes, ciencia, filosofía, arte o sociedad quedaron estampadas en sus diarios y es en ellos en donde se han encontrado algunos comentarios que luego de más de 6 décadas de haber fallecido, manchan su legado.
En el otoño de 1922, Albert Einstein, junto con su entonces esposa, Elsa Einstein, tuvo una gira de 5 meses por el oriente. Durante su viaje se detuvo dos veces en China, cuya población fue descrita por el físico como laboriosa, pero también “asquerosa y obtusa”.
Página de The Travel Diaries of Albert Einstein, fechada en China 1922.
Einstein describe como “los chinos no se sientan en bancos mientras comen, sino que se ponen en cuclillas como hacen los europeos cuando hacen sus necesidades en los frondosos bosques. Todo esto ocurre en silencio y recatado. Incluso los niños no tienen espíritu y parecen obtusos”. Posteriormente habla sobre la “fecundidad” de los chinos y reprueba su abundancia de hijos.
“Sería una pena que estos chinos suplanten a todas las demás razas. Para gente como nosotros, el mero pensamiento es indescriptiblemente lúgubre”, escribió el físico en su diario y en una posterior descripción de la sociedad narra que “incluso aquellos reducidos a trabajar como caballos nunca dan la impresión de sufrimiento consciente. Una nación peculiar parecida a una manada, a menudo más como autómatas que como personas “.
El descubrimiento fue hecho por Ze’ev Rosenkranz, quien es asistente del director del Einstein Papers Project en el Instituto de Tecnología de California y editor principal de The Travel Diaries of Albert Einstein, que acaba de publicar Princeton University Press, obra que por primera vez pone al alcance del público en general facsímiles de las páginas del diario.
“Creo que muchos comentarios nos parecen bastante desagradables, lo que dice sobre los chinos en particular” afirmó Rosenkranz en una entrevista con el diario The Guardian, donde afirmó que quedó en shock al descubrirlos y no tenía intenciones de publicarlos.
Rosenkranz explica que en las páginas del diario también se encuentras muchos comentarios que podrían ser catalogados de “misoginia extrema” contras las mujeres chinas; al afirmar que noto “poca diferencia” entre los hombres y las mujeres.
“No entiendo qué clase de atracción fatal poseen las mujeres chinas que embelesa a los hombres correspondientes hasta tal punto que son incapaces de defenderse contra la formidable bendición de la descendencia” escribió.
The Travel Diaries of Albert Einstein contiene anotaciones hechas entre octubre de 1922 y marzo de 1923, y contiene experiencias de su viaje por Hong Kong, Singapur, Japón, Palestina, España y, por supuesto, China.