El plan de austeridad del gobierno en turno ha puesto en jaque a algunas instituciones históricas, culturales y educativas del país; entre ellos podemos destacar el recorte presupuestal del 75% que actualmente enfrenta el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
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De acuerdo con un reportaje del Animal Político, el INAH necesita contratar personal a través de outsourcing, pagar el insumo de gasolina, viáticos y la renta de inmuebles en todo el país, gastos que están incluidos en los capítulos 2000 y 3000 de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público, misma que ordenó el recorte presupuestal.
Esta decisión pone en jaque la preservación de los 110 mil monumentos históricos, 53 mil zonas arqueológicas (193 abiertas al público) y los 162 museos que están a cargo del INAH, y que representan gran parte del patrimonio histórico del país que la institución a resguardado durante 80 años, desde su creación.
De acuerdo con el periódico, las afectaciones también involucran al turismo de las zonas arqueológicas como Palenque, pues los directivos de la institución explican que es imposible mantener el sitio con tan sólo el 25% de los recursos, ya que en su preservación intervienen albañiles de la comunidad, arqueólogos, topógrafos, arquitectos; además de gastos básicos como la gasolina, viáticos, etc.
Otro de los sitios que corre peligro es el Templo Mayor ubicado en al Ciudad de México y vestigio de nuestra historia prehispánica. Según el INAH, con el recorte presupuestal no alcanzará “ni siquiera para pagar la limpieza, mantenimiento, conservación, seguridad o museografía”.
Así mismo, todos los proyectos relacionados con el Templo Mayor, como el Programa de Arqueología Urbana, El Proyecto Templo Mayor, el Proyecto Integral de Conservación de la Zona Arqueológica del Templo Mayor y otros proyectos no podrían llevarse a cabo.
