La Estación Espacial Internacional (ISS, por sus siglas en inglés) orbita alrededor de la Tierra a una distancia de 400 kilómetros. Algo minúsculo si lo comparamos con los 384,400 kilómetros que se encuentran entre la Luna y nuestro planeta.
Imagínense que, sólo por un momento, el satélite natural de la Tierra se encontrara a la misma distancia que la ISS. Su paso por el cielo sería mucho más rápido y claro, traería consecuencias desastrosas para nuestro mundo; aún así, la vista sería impresionante.