Es la retirada masiva de un producto triple AAA más grande de los últimos años.
Después de días con un par de rumores, Samsung confirmó que retirará momentáneamente del mercado mundial el nuevo Samsung Galaxy Note 7 a tan sólo un mes de su presentación.
Si bien el dispositivo había sido recibido con entusiasmo por parte de la crítica especializada y los consumidores, sobre todo por su diseño, resistencia al agua, la incorporación de Gorilla Glass 5 como protección, y la integración de un nuevo escáner de iris, el producto no pasó una prueba de seguridad determinante: la seguridad de su batería de 3500 mAh de rápida recarga, que se sobrecalentó y explotó durante la carga en pruebas recientes.
Las ventas del teléfono se detuvieron a nivel mundial, y en el transcurso de las próximas semanas comenzarán a reemplazarse por teléfonos de un valor equivalente entre los usuarios que adquirieron el equipo. Oficialmente Samsung indicó que el problema sólo afecta a una cantidad mínima de unidades, menos del 1%, pero consideran que el peligro existe y prefieren cambiar las baterías antes de poner en riesgo a sus consumidores.
El incidente se produce en un momento en el que Samsung estaba comenzando a mejorar sus números después de años de no tener crecimiento.