A partir de ahora Intel sumará a su ciclo de producción una nueva etapa de “optimización”.
El llamado “tick-tock” es un modelo que Intel ha mantenido desde hace años en sus microprocesadores: un “tick” es la reducción en tamaño, y un “tock” es el salto a una nueva arquitectura. La compañía ya había anunciado que el próximo tick-tock no iba a llegar a tiempo (el cambio siempre ocurría pasados entre 12 y 18 meses), sin embargo, ahora parece que la compañía abandonará definitivamente ese ciclo de innovación.
Así lo ha reconocido la propia Intel en su último reporte anual, en el que señalan que ante la complejidad tecnológica que implica seguir con un modelo de producción como el tick-tock, adoptarán uno nuevo al que ellos mismos han llamado Process-Architecture-Optimization (PAO). En otras palabras, la famosa ley de Moore podría estar a punto de llegar a su fin.
El nuevo modelo de producción de Intel incluye una nueva fase de “optimización”.
Y es que aunque la actual generación de procesadores de Intel marcó a tiempo el tick al alcanzar un tamaño de 14 nanómetros (nm), y la siguiente marcará el tock con una nueva arquitectura, el salto a los 10 nm que se esperaba para este año no sucederá hasta el 2017. Es por ello que, a partir de ahora, la compañía sumará una tercera fase al ciclo de producción en la que dedicará sus esfuerzos a “optimizar” sus chips:
“Estamos planeando alargar el tiempo de uso para nuestra actual generación de 14nm antes de cambiar a la próxima de 10nm, dedicándonos a optimizar nuestros productos y tecnologías de procesamiento, mientras satisfacemos las necesidades anuales del mercado”, señala Intel en su comunicado.
Por ahora la ley de Moore sigue vigente, sin embargo, como bien lo confirma Intel, el ritmo en el desarrollo de procesadores ya comenzó a desacelerarse y parece cuestión de tiempo para que la tecnología del silicio tope con pared. El fin de una era se acerca.