Año con año miles de objetos se acercan, entran y pasan por la Tierra. Sin embargo, de ellos hay muchos que la NASA y otros organismos de investigación espacial consideran como Asteroide Potencialmente Peligroso, pero ¿qué son realmente estos? ¿debemos temerles? ¿Cómo se clasifican? Vamos respondiendo estas preguntas una por una.
Imagen: NASA
Qué es un Asteroide Potencialmente Peligroso
Se les denomina como Asteroide Potencialmente Peligroso (o PHA) a los objetos cercanos a la Tierra cuya distancia mínima de cruce de órbita con la de nuestro planeta sea menor a 0.05 UA (unidades astronómicas), que además tengan una magnitud de 22 o más y una distancia de punta a punta superior a 50 m.
A estos se les denomina de esta forma que ya que dadas sus condiciones podrían colisionar con la Tierra en algún momento y su entrada en nuestra atmósfera significaría una destrucción a gran escala por su tamaño y magnitud.
Según los investigadores de este fenómenos, la caída de un Asteroide Potencialmente Peligroso en la Tierra se da a intervalos medios de 100 años, aproximadamente. Sin embargo, no existe una constante de cada cuándo la Tierra puede ser impactada por un asteroide que deje consecuencias mucho más graves.
Es por ello que este tipo de cuerpos se tratan de vigilar mediante programas como el Spaceguard Survey, que se encarga de mantener un monitoreo constante del espacio cercano a nuestro Planeta y detectar asteroides y otros cuerpos que puedan ser peligrosos para nuestra planeta.
Cómo se clasifican los Asteroides Potencialmente Peligrosos
Actualmente existe una método único para clasificarlos, mismo que comparten todos los organismos y observatorios dedicados al Spaceguard Survey, así como cualquier otro Instituto o departamento encargado de la observación espacial.
A esta se le conoce como la Escala de Turín y divide a los asteroides en 11 niveles de peligrosidad:
- Nivel 0: probabilidad de colisión cero o muy por debajo de la probabilidad de que un objeto al azar alcance a la Tierra durante las próximas décadas. También se aplica a objetos pequeños que se desintegrarían durante su entrada a la atmósfera terrestre.
- Nivel 1: probabilidad muy baja de colisión, similar a la probabilidad de que un objeto al azar alcance a la Tierra durante las próximas décadas
- Nivel 2: probabilidad baja de colisión
- Nivel 3: probabilidad de colisión capaz de causar daños locales superior al 1 %
- Nivel 4: probabilidad de colisión capaz de causar devastación regional superior al 1 %
- Nivel 5: probabilidad elevada de colisión capaz de causar devastación regional
- Nivel 6: probabilidad elevada de colisión capaz de causar una catástrofe global
- Nivel 7: probabilidad muy elevada de colisión capaz de causar una catástrofe global
- Nivel 8: colisión segura, capaz de causar daños locales. Esto debería suceder una vez cada 50 a 1000 años
- Nivel 9: colisión segura, capaz de causar devastación regional. Esto debería suceder una vez cada 1000 a 100 000 años
- Nivel 10: colisión segura, capaz de causar una catástrofe climática global. Esto debería suceder una vez cada 100 000 años o más
¿Debemos temerles?
Por supuesto que debemos temerles. Este fenómenos es complejo de manejar por la humanidad, sin embargo existen planes y proyectos para responder ante posibles asteroides de niveles 8, 9 y 10, los cuales están desarrollados y encaminados a evitar las consecuencias que ello tendría.
Sin embargo, el verdadero temor de la comunidad científica encargada del Spaceguard Survey está concentrada en esta persona:
Elon Musk | Foto: Getty Images
Sí, en nada más y nada menos que Elon Musk.
Su programa de desarrollo de una red global de Internet de alta velocidad (que no llega ni a 100 Mb de descarga), Starlink, busca hacerlo mediante un sinfín de satélites que orbitan la Tierra brindando cobertura en cualquier parte del mundo sin necesidad de otra cosa que no sea una conexión Wi-Fi.
El problema está, claro, en que estos interfieren con el espacio y el cielo nocturno. Estos, como se ha mostrado en simples fotos, son visibles con la simple mirada humana en una noche oscura, algo que complica que los telescopios de los observatorios del Spaceguard Survey realicen su trabajo de manera eficiente.
Esta preocupación ya fue externada en muchas ocasiones por la comunidad científica. Sin embargo, Elon Musk solo ha continuado el lanzamiento de más y más satélites con medidas paliativas que no han ayudado en casi absolutamente nada a resolverlo.
Tener una menor visión del espacio hará claramente que el trabajo de astrónomos sea mucho más complejo y, sobre todo, que las previsiones que se puedan tomar ante un Asteroide Potencialmente Peligroso de nivel elevado no puedan ser tomadas con asertividad.
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Pepe Pulido regresa, ahora para explicar un tema sencillo: Cómo logran elevarse los cohetes espaciales.