Un día como hoy nació el excéntrico inventor Nikola Tesla, justo el 10 de julio de 1856. Su legado es diverso y en muchas ocasiones difícil de discernir. Si por un lado se le considera el padre de la industria eléctrica y de la radio, muchos también creen que fue el primer y más grande “científico loco” de la historia.
La imagen de un científico con una bata gastada, lentes, un peinado descuidado, un acento de la Europa Oriental, e ideas un tanto disparatadas evoca sin duda al gran Nikola Tesla, nacido en 1856 en lo que hoy es Croacia pero que entonces era el Imperio Austro Húngaro.
Sin lugar a dudas se trata de uno de los mayores genios que ha dado la humanidad, pero su creatividad superaba por mucho las capacidades científicas de cualquiera. Hay mucho por decir acerca de Tesla y su vida, pero por hoy nos contentaremos con algunos hechos extraordinarios que lo hicieron ganarse el lugar del primer científico loco de toda la historia.
1. Thomas Alva Edison
Tesla y Thomas Alva Edison tienen una historia truculenta llena de envidias y tormentos. Originalmente, Tesla llegó a Estados Unidos para trabajar con Edison, quien le prometió un suculento bono y un aumento de sueldo si lograba mejorar su modelo de generador de corriente continua. Tesla lo logró con creces, pero Edison, en lugar de pagarle, le dijo con una sonrisa que las promesas hechas no eran sino una muestra del “humor norteamericano”. Sobra decir que a partir de entonces rompieron relaciones.
2. CA vs CC
El modelo de corriente alterna (CA) de Nikola Tesla era inmensamente superior al de corriente continua (CC) de Edison. El serbio no dudó en mostrar su superioridad en el Instituto Americano de Ingenieros Eléctricos en la Universidad de Columbia, en 1891.
3. La silla eléctrica
Edison nunca le perdonó a Tesla el haber inventado la corriente alterna. Para desacreditarlo, hizo que uno de sus discípulos inventara la silla eléctrica usando las teorías de Tesla. Como sabemos, el instrumento funcionó muy bien durante muchos años en varias cárceles de EE. UU., pero no alcanzó a desprestigiar la corriente alterna.
4. Mala economía
Se dice que a pesar de ser un genio científico, Tesla era pésimo con las finanzas. Mientras Edison veía tanto el avance tecnológico como las posibilidades económicas de cada uno de sus inventos, nuestro inventor era incapaz de pensar en otra cosa que no fuera la experimentación. Seguramente por eso pasó numerosos apuros económicos en su vida y murió pobre y en bancarrota en un hotel de Nueva York. En una entrevista de 1927, Tesla afirmó: “El dinero no presenta el gran valor que el hombre ha puesto en él. Todo mi dinero ha sido invertido en experimentos con los que he hecho nuevos descubrimientos para hacer que la humanidad tenga una vida un poco más fácil”.
5. Invención de la radio
Otra disputa que llevó a cabo Tesla fue en contra de Giuglielmo Marconi por la invención de la radio. Resulta que Tesla había patentado en 1892 varias ideas en torno al envío inalámbrico de señales de radio. Su objetivo final era enviar energía eléctrica gratuita a un enorme sector de la población, aunque nunca lo logró. Marconi, por su parte, aprovechó las ideas de Tesla y su estabilidad económica (en contraste con las terribles finanzas del inventor serbio) para realizar la primera transmisión de radio a través del atlántico. Hasta el final de su vida, el genial inventor luchó para que se le reconociera la invención de la radio, y lo logró en 1943; al menos legalmente, porque la mayoría de los libros de texto siguen diciendo que el padre de la radio fue Marconi.
6. Eugenesia
Como muchos otros hombres del siglo XIX, Tesla creía en la “eugenesia”. Es decir, opinaba que una sociedad civilizada dejaría de mantener a los “tontos” y “poco aptos” para enfocarse solamente en las personas mejor dotadas para la vida, tal como lo hace la naturaleza con la evolución. Según él, no era suficiente con esterilizar a criminales y maníacos, había que hacer que sólo las personas que pudieran tener una progenie “prometedora” se les permitiera reproducirse. Tremendo, ¿no?
7. Rayo de la muerte
En algún momento Tesla le pidió al ejército de EE. UU. financiamiento para trabajar en un “rayo de la muerte” (como cualquier buen científico loco haría). Desafortunadamente para él, y afortunadamente para nosotros, ese proyecto jamás se llevó a cabo. No se conoce ningún prototipo ni planos de la idea de Tesla a este respecto y es posible que nunca lo encontremos. Como dijimos más arriba, su prodigiosa memoria lo eximía de hacer planos.
8. Ejercicio
Por alguna razón, Tesla creía que estimular los dedos de los pies estimulaba las células cerebrales. Por lo que cada noche realizaba alrededor de 100 movimientos (que incluían apretones, jalones y torsiones) con los dedos de los pies.
9. Memoria fotográfica
Se dice que Nikola Tesla tenía una memoria eidética, mejor conocida como “memoria fotográfica”. Lo cual quiere decir que era capaz de memorizar varios libros y recordar a detalle muchas situaciones sensoriales. Gracias a ello, Tesla nunca hacía planos, sino que memorizaba los detalles de un proyecto y lo llevaba a cabo con precisión milimétrica. También por eso nadie sabe cómo planeaba hacer muchos de sus proyectos inconclusos.
10. El mito
Los descubrimientos de Nikola Tesla son invaluables para campos tan diversos como la robótica, la ingeniería electromecánica, las ciencias de la computación, la balística, la física nuclear y la física teórica. Sin embargo, sus excéntricas ideas y el aura de personaje fantástico que se construyó en torno a él lo marginaron de la comunidad científica al final de su vida. De la misma manera, lecturas irresponsables o demasiado imaginativas de su trabajo han dado pie a teorías pseudocientíficas sobre ovnis, anti-gravedad, teletransportación y clonación instantánea.