Hacer el recuento de lo mejor en materia de cómics no fue nada fácil en este 2017, debido a las muchas obras de calidad que se publicaron a lo largo del año, tanto en México como en otras partes del mundo.
Al igual que en nuestro conteo de años anteriores, los primero cinco lugares están destinados a las historietas que se editaron por primera vez de manera oficial en México, mientras que el resto de la lista la reservamos para los mejores cómics que fueron lanzados a nivel mundial.
Al tomar en cuenta que teníamos un número limitado de espacios, se dejaron fuera grandes series que son dignas de seguirse, como The Manhattan Projects, Motor Girl, Phonogram o Echo. Por eso nno está de más mencionar que, como suele ocurrir con este tipo de recuentos, la lista no podrá satisfacer a todos los fans del arte secuencial, por lo que nos gustaría conocer su opinión.
Publicaciones en México
10. Uzumaki
Por: Edgar Olivares (@robotdice).
Hubo un tiempo en que el cómic de horror proliferó en México. Esos tiempos quedaron atrás y aunque ha habido notables intentos por no dejar morir la flama (flama negra, por supuesto), no ha podido volver a ser grande de nuevo. Este año, el horror regresó a los puestos de revista de nuestro país. ¡Y de qué forma! Panini publicó Uzumaki, el clásico de horror japonés de 1998 escrito y dibujado por Junji Ito. ¿Y qué podemos decir? En Uzumaki la espiral te consume, te lleva al fondo para mostrarte el horror de la humanidad y te vomita de nuevo al mundo temeroso y paranoico, buscando las espirales que te llevarán de nuevo al infierno. Porque sí, al final vas a querer más.
9. El Complot Mongol
Por: Sergio Hidalgo (@zerxhidalgo).
El cómic maldito de la historieta mexicana finalmente se editó íntegramente. Hace casi dos décadas el ilustrador Ricardo Peláez y el escritor Luis Humberto Crosthwaite decidieron adaptar en formato cómic la obra maestra de Rafael Bernal, pero cada vez que estaban a punto de lanzar su versión de El Complot Mongol, el proyecto se cancelaba invariablemente. Ahora, por fin pudimos ver a detalle los excelentes dibujos de Peláez, que logran transmitir una atmósfera que nos remite al cine negro de los años cincuenta, además de darle un giro a su estilo de dibujo y adaptarse a uno que le queda perfecto a la historia, similar a lo mejor de Eduardo Risso en 100 Bullets. Todo esto para enmarcar la aventura de Filiberto García en su intento por detener una intriga internacional en México durante la época de la Guerra Fría.
8. Give Me Liberty
Por: Edgar Olivares (@robotdice).
Cuando Give Me Liberty fue publicada en Estados Unidos, Frank Miller ya había presentado al mundo Dark Knight Returns y Dave Gibbons ya había dibujado Watchmen. No tenían nada que demostrarle al mundo y, sin embargo, entregaron esta pieza independiente que este año tuvimos la fortuna de ver impresa en México. Quién diría que, a 27 años de haber salido el primer capítulo, la épica cruzada de Martha Washington contra las cadenas de comida rápida que están destruyendo el medio ambiente, del ejército estadounidense que las protege, de los evangelistas, los nazis, los medios, y de la ultraderecha gobernante, fuera algo tan ridículamente actual. Give Me Liberty es una pieza de rebeldía de esas que ya no se hacen, porque todo está mal visto y defenderse esta mal. Qué bueno que llegó.
7. Torpedo 1936
Por: Edgar Olivares (@robotdice).
Torpedo 1936 es uno de esos cómics que ya no existen. No por su temática, sino porque ya todo es mal visto. La violencia desatada en medio en la cual vivimos, el pensamiento ultraderechista y los pusilánimes mojigatos que rigen en el mundo castrarían de inmediato una obra de arte como esta antes que alentarla. Torpedo 1936 no sólo merece estar en la lista de lo mejor del cómic que nos llegó a México este año; merece estar en todas las listas de todo lo bueno. Porque éste es uno de los 100 mejores cómics que hayan existido: por su excelso uso del lenguaje, por sus personajes, por su soberbio dibujo, porque tiene alma, porque es honesto, por Luca Torelli, por Rascall, por el sentido del humor, por lo que se nos fue.
6. Valérian
Por: Edgar Olivares (@robotdice).
El estreno de su película y la buena fortuna hicieron que por primera vez las aventuras de Valérian y Laureline fueran publicadas en México. Años de fanatismo religioso hacia Star Wars ocultaron el brillante fulgor de esta piedra angular de la ciencia ficción, pero finalmente aquí está. Valérian nació en una época en la que el cómic de ciencia ficción era casi inexistente en Europa y en donde las heroínas no eran tan valientes, intrépidas y amorosas como lo es Laureline. Su éxito se debe –me atrevo a decir– en que sus autores tuvieron que inventar todo, sin tener antecedentes sobre cómo sería la vida más allá de nuestras fronteras planetarias, planteándose un futuro más allá del fin de la historia. Pero, además, Valérian es un cómic cuya premisa siempre es la noble defensa de los pueblos y la libertad. Sin importar si las sociedades son extraterrestres o humanas.
Publicaciones internacionales
5. Ídolo, una historia casi real
Por: Edgar Olivares (@robotdice).
Ojalá Centro y Sudamérica nos perdonen un día el desdén con el que la borreguesca fanaticada mexicana volteamos a ver su obra. Tal vez sea un cúmulo de años y años de intoxicación con esos pinches superhéroes gringos que nos tiene tan tarados y no nos deja voltear al sur y darnos cuenta de que si algo está pasando en el cómic mundial, está pasando al sur del continente. Ídolo, una historia casí real de la chilena Marcela Trujillo, no hace sino corroborar todo esto. Aquí Trujillo cuenta una historia honesta, sin clichés de por medio, de lo que son las relaciones, la espiritualidad, el sexo y el hacer cómics. Nada del lloriqueo del “chico conoce a chica que no lo pela porque hace cómics” que hemos visto una y otra vez. Acá hay seguridad, psicodelia, trazos firmes y amor por el medio. No importa dónde lo tengan que pedir. Ídolo, una historia casi real es algo que todo amante del cómic debe leer.
4. Moga Mobo & Epidermophytie präsentieren: Comic Culture Clash
Por: Edgar Olivares (@robotdice).
En este lado del mundo el colectivo Moga Mobo es casi desconocido. Pero aunque para el mundo su trabajo pase desapercibido, para ellos el mundo no. Desde hace un tiempo se han dado a la tarea de hacer trabajos colectivos internacionales y temáticos de gran nivel, para demostrar de una vez por todas que el cómic es un lenguaje que va más allá del idioma. Este año, publicaron Moga Mobo & Epidermophytie präsentieren: Comic Culture Clash, un esfuerzo de más de 40 artistas provenientes de 20 países por entender el origen y consecuencias de los conflictos armados y humanitarios existentes en sus naciones (México incluido). El resultado es un catálogo de técnicas visuales tan disimiles como las historias que narran, con un punto en común: la desesperanza que produce la realidad. Aquí hay un ejemplo de cómo se puede hacer una historia coral digna, contemporánea que seguramente transcenderá el tiempo como ya lo hizo con las fronteras.
3. My Favorite Thing Is Monsters
Por: Sergio Hidalgo (@zerxhidalgo).
Emil Farris es una autora completamente nueva (a pesar de tener 55 años), que este año pesentó My Favorite Thing Is Monsters, una obra increíblemente entretenida que abreva mucho de las obras de Daniel Clowes, pero con un manejo gráfico propio que convierte la historia en un deleite. La autora realizó casi toda la novela en un cuaderno común y corriente, usando sólo plumas de diferentes colores para realizar las ilustraciones y los textos, que luego escaneó para dar forma a su libro. Por eso, parece que estamos leyendo el diario de Karen, una pre-adolescente mexico-irlandesa que vive en los años sesenta intrigada por el misterioso suicidio de su vecino. Sin duda una de las obras imprescindibles del año, que además puede marcar el inicio de la obra de una gran autora con una voz y estilo gráfico maduro.
2. The Best We Could Do
Por: Sergio Hidalgo (@zerxhidalgo).
A pesar de que los cómics autobiográficos son tan viejos como la obra de Will Eisner, en los últimos años han tenido un boom gracias al éxito de Persepolis, aunque muy pocos con la originalidad del texto de Marjane Satrapi. Ese es el caso de The Best We Could Do, en donde la escritora Thi Bui consigue mostrar con claridad las reflexiiones de una mujer a punto de dar a luz, al mismo tiempo que rememora las dificultades que enfrentó su familia para asentarse en Estados Unidos luego de huir de Vietnam en medio de la guerra que devastó a su nación. Los dibujos de Bui remiten a la iconografía oriental, y la historia muestra como una familia se aleja y se entrecruza al dejar su país de origen, en una serie de relaciones más que complicada (vaya, como las de cualquier familia). Un interesante punto de partida para tratar de entender las complicaciones que viven los inmigrantes al intentar encontrar un nuevo hogar.
1. Mister Miracle
Por: Sergio Hidalgo (@zerxhidalgo).
Tom King lo volvió a hacer. Después de volarnos la cabeza con esa joya conocida como Vision, ahora retoma a uno de los Nuevos Dioses más queridos por el público y escribe una de las mejores historias de superhéroes del año. El mismo planteamiento inicial de la historia es interesante: Mister Miracle –el escapista más importante del universo DC– tiene que escapar de la muerte… pero no de cualquier tipo de muerte, sino del suicidio. Así inicia una historia que nos remite a lo mejor de los cómics noventeros de DC, y me refiero a Animal Man y Doom Patrol. Todo se complica cuando Mr. Miracle y Barda, su fiel esposa, se ven envueltos en una serie de líos que involucran al resto de los Nuevos Dioses y seres infames de Apokolips. Así, a lo largo de las historias vemos a la galería de personajes galácticos creados por Jack Kirby para DC, mostrando por qué son enormemente interesantes. Sin duda el cómic comercial del año.
Mención honorífica
Cristóbal el Brujo contra la rata de la Merced
Por: Sergio Hidalgo (@zerxhidalgo).
Sin duda ésta es la mejor historia que nos ha entregado Ensamble Cómics, ese grupo de post-hippies que lleva junto desde hace dos décadas en la extraña aventura de la edición de historietas protagonizadas por el enigmático Cristóbal. Con la historia de Cristóbal el Brujo contra la rata de la Merced consiguen una aventura redonda para Cristóbal, que parte de la premisa de cazar a la rata gigante que aterroriza a los vecinos de la Merced para luego tocar otras leyendas propias del famoso barrio céntrico de la Ciudad de México. A diferencia de la historia previa (El Camino), aquí todo encaja de manera armónica y le da un sentido redondo al relato, que se extiende lo suficiente para cerrar todas las historias que abre. Pero lo más interesante es ver cómo retoman una leyenda urbana de los años ochenta, la mezclan con la historia real de la zona y terminan por envolverla con aspectos sobrenaturales propios de las aventuras de Cristóbal.