Ferrari es sinónimo de vanguardia dentro de la industria del motor, por lo que no es de extrañar que la marca italiana constantemente busque formas de sacar más rendimiento a sus coches, como lo demuestra una nueva patente para propulsar de gas, un sistema de manejo Pulse Jet en superdeportivos.
La marca Maranello está investigando los propulsores de gas pero esto quizá no suene del todo innovador para los fanáticos de Tesla. Elon Musk ha hablado de un sistema similar para el nuevo Tesla Roadster y el concepto de Ferrari es más o menos el mismo.
La patente de Ferrari se presentó a finales de 2019 (al igual que la de Tesla), aunque apenas se publicó hace unos días. Los propulsores de gas para aumentar el rendimiento de un automóvil son una idea plausible. Una buena forma de hacerlo es con aire comprimido, pero las presiones son enormes. La patente de Ferrari establece que son necesarios entre 700 y 900 bar, o entre 10.000 PSI y 13.000 PSI.
Imagen: Ferrari
Crear tal recipiente a presión para contener esta inmensa fuerza es sorprendentemente posible; los tanques de almacenamiento de hidrógeno en vehículos de celdas de combustible ya lo hacen. Sin embargo, ese no es el único método que sugiere Ferrari.
El sistema de Ferrari no funciona como una pistola de aire comprimido. Cada ubicación de los propulsores, de los cuales habría una “pluralidad”, contiene múltiples toberas. La documentación de Ferrari describe cinco boquillas por ubicación de propulsor, cada una con un orificio progresivamente más grande. La idea es que cuando el depósito esté lleno y la presión sea alta, se pueda utilizar un pequeño orificio para conseguir la fuerza necesaria, que Ferrari estima en unos 5.000 newtons.
Todo el sistema, que Ferrari estima que agregaría solo “40-45 kg” de peso, es mucho más sofisticado que lo que Elon Musk ha descrito en el caso de su compañía. Los propulsores no solo se usan para agregar carga aerodinámica y hacer que el automóvil acelere y desacelere más rápido, sino que también crean carga aerodinámica al hacer fluir grandes volúmenes de aire entre el piso del vehículo y la carretera, lo que produce carga aerodinámica a través del efecto suelo. Es decir, funcionaría como un automóvil con ventilador pero sin ventilador.
Imagen: Ferrari
El sistema propuesto por Tesla ha sido descrito por Musk como aire en movimiento con un compresor eléctrico, mientras que según una descripción, el de Ferrari utiliza un compresor acoplado mecánicamente al eje delantero o trasero que trabaja en conjunto con un intercambiador de calor para mantener la densidad del aire lo más alta posible.
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