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El increíblemente complejo “Laberinto de papá”

Este laberinto pasó de ser un oculto tesoro familiar a una imagen viral en Twitter. Puedes conseguir una copia si es que crees que puedes resolverlo. K. Nomura ha sido...

Este laberinto pasó de ser un oculto tesoro familiar a una imagen viral en Twitter. Puedes conseguir una copia si es que crees que puedes resolverlo.

K. Nomura ha sido intendente de una universidad japonesa desde hace muchos años. Es fácil adivinar que, como muchos otros empleos, el suyo suele ser algo repetitivo. Para combatir el tedio, eligió un hobbie poco común que terminó por ser un deleite para los fanáticos de los misteriosos laberintos.

En 1976, mientras el Concord hacía su primer vuelo, un terrible golpe militar azotaba Argentina y el Viking 1 descubría el supuesto rostro en Marte; Nomura comenzó un proyecto que agotaría sus horas nocturnas durante siete años: un increíblemente complejo laberinto. Cada noche, después del trabajo, el hombre se sentaba pacientemente a dibujar este extraño diseño. Su labor es la del miniaturista que con sumo cuidado traza cada línea, cada curva y cada intersección como si fueran las últimas de su vida.

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El ahora llamado “Laberinto de papá” es una combinación de paciencia, minuciosidad e instinto. Recorrer los estrechos pasadizos de este diseño no es tarea sencilla, pues no sigue un patrón predeterminado ni se basa en un plan general. Nomura no tenía idea de cómo sería su laberinto una vez que estuviera terminado. Cada uno de los caminos retorcidos se constituyó a partir de decisiones inmediatas, instintivas, como guiadas por el genio de la inspiración.

En 2013 la hija de Nomura descubrió su laberinto arrumbado en el sótano. Estuvo ahí olvidado por treinta años. Cuando la imagen de la hoja tamaño A4 se publicó en Twitter, causó sensación. Tal fue el encanto de este laberinto y su historia, que la hija comenzó a vender reproducciones en línea (puedes conseguir la tuya aquí) para que sus seguidores emprendieran la aventura única de resolverlo.

Se trata de un trabajo totalmente empírico, pensado únicamente para relajar a un cansado intendente después de la jornada. No obstante, su encanto es envolvente. Podríamos pasar horas observando cada pequeño trazo e indagando sobre los pensamientos de Nomura al torcer una recta o entrecruzar dos o más caminos.

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